Si después de almorzar te sientes cansado, no puedes concentrarte en tu trabajo y solo quieres dormir…se trata de una somnolencia postprandial. Te contamos cómo evitarla.

La somnolencia postprandial es un fenómeno natural que la mayoría experimenta después de haber almorzado. Aparece como una sensación de baja energía combinada con unas ganas querer dormir, que se convierte en un gran golpe para la productividad.

Y es que luego de ingerir alimentos, aumenta el nivel de azúcar en sangre y de otros nutrientes que son digeridos y absorbidos por el cuerpo, que llega a durar hasta dos horas después de haber comido. Sus principales síntomas son el sueño después de comer, pesadez en el cuerpo, cansancio, poca concentración y hasta confusión.

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Si la somnolencia postprandial aparece de vez en cuando no tiene por qué considerarse un problema grave. No obstante, en algunos casos, esta repentina sensación de querer dormir, disminución de energía y concentración sí puede suponer un trastorno, en especial si nos afecta de un modo continuo y nos impide desarrollar nuestra vida con normalidad.

De acuerdo a algunas evidencias científicas, ocurre como una reacción biológica natural a la digestión de determinados alimentos o puede derivar del ritmo circadiano, el reloj interno del cuerpo, que regula los patrones de sueño.

Afortunadamente, la somnolencia postprandial puede prevenirse con unos hábitos de alimentación y de vida saludable, y en casos más severos, es importante consultar a un profesional.

Cuatro formas de evitar la somnolencia postprandial

1.Cuida tu ingesta de alimentos. Cuando quieras ser productivo después de almorzar, opta por comidas livianas que te brinden una cantidad suficiente de energía para las tareas en cuestión y bebe suficiente agua durante el día. También debes evitar las comidas con alto contenido de carbohidratos, ya que esto podría aumentar las posibilidades de sentir sueño.

2.Dormi lo suficiente. La somnolencia que se experimenta naturalmente debido al ritmo circadiano es peor con una noche de sueño deficiente. Existe una conexión entre el sueño o falta de él y el tamaño de las comidas. Se dice que la falta de sueño en combinación con una comida pesada te hace sentir más sueño.

3.Controla tus porciones. Es una buena manera de reducir las posibilidades de experimentar la somnolencia postprandial. Si bien necesitas comer para mantener los niveles de energía, comer demasiado puede desencadenar sensaciones de cansancio y ganas de dormir.

4.Continuá activo después de una comida. Haz que tu sangre fluya justo después de comer. Lo mejor para combatir la somnolencia es realizar cualquier tipo de actividad física, desde paseos hasta caminatas breves. Esto ayudará a mantenernos activos y despertar nuestro sistema de alerta.

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