Se trata de una técnica de respiración controlada para mejorar la salud mental y física, además facilita el bienestar general y el crecimiento personal. Te contamos cómo practicarla.

Esta técnica inició a finales de la década de los sesenta, cuando el psiquiatra Stanislav Grof comenzó a explorar formas de entrar en un estado de conciencia no ordinario. El término holotrópica deriva de las palabras griegas “hólos” que significa totalidad y “trépein” que se refiere a moverse en una dirección hacia algo.

Su objetivo era facilitar el autodescubrimiento entre pacientes que lidian con enfermedades mentales o adicción a sustancias. También utilizó la técnica para asistir en el tratamiento de varios trastornos, desde traumatismos y depresión hasta dolor crónico y asma. Incluso, existen evidencias que contribuye a mejorar el autoestima y realizar catarsis emocional.

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Los experimentos de Grof comprobaron que estas prácticas de respiración podían aumentar la autoconciencia y llevar a los pacientes a un contacto más cercano consigo mismos y con el mundo que los rodea.

La respiración holotrópica involucra patrones de respiración rápida monitoreadas y música meditativa, que ayudan a entrar en un estado alterado de conciencia. A partir de allí, quien lo practica accede a aspectos profundos de sí mismo que se puede describir como un viaje de autoexploración.

Así es la practica de la técnica holotrópica

Paso 1 - La respiración holotrópica es una técnica de dos personas: un “respirador” que es la persona que respira profundamente mientras un “cuidador” observa y apoya durante la sesión. El practicante se acostará en una colchoneta con los ojos tapados mientras suena la música para comenzar su viaje hacia una conciencia alterada.

Paso 2 - El facilitador le indicará que respire profundamente en un patrón circular, sin pausas entre inhalaciones y exhalaciones. La sesión puede durar varias horas.

Paso 3 - Al final de la sesión, hablará con su instructor sobre los sentimientos que surgieron durante las sesiones. El cuidador puede alentarlo a dibujar o agregar color a la imagen de una mándala para una mayor expresión de sus experiencias.

Recomendaciones

Los expertos aconsejan evitar las sesiones de respiración holotrópica si presentas ataques de pánico o convulsiones, ya que esta práctica disminuye la ingesta de dióxido de carbono y puede provocar hiperventilación, mareos o convulsiones.

No es recomendable en personas con ciertas condiciones de salud física, como enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta y glaucoma. Tampoco si se está recuperando de una cirugía reciente, está en periodo de lactancia o bajo tratamiento por psicosis.

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