Los edredones y las frazadas necesitan un cuidado más especial que las sábanas porque no requieren lavados frecuentes. Te contamos qué tener en cuenta para cuidarlos.
Una vez que el cambio de clima adelante el inicio de la primavera es importante lavar los edredones y las frazadas para guardarlos hasta la próxima temporada. Esto puede suponer una difícil tarea, pero no imposible.
Los expertos indican que ninguno de los dos requieren de lavados frecuentes, sin embargo, se recomienda hacerlo cada 4 a 6 meses para aseguramos que las bacterias y los ácaros del polvo que perjudican a nuestra salud no se instalen en ellos.
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También existe una serie de trucos que podemos aplicar para mantenerlos en perfectas condiciones. Por ejemplo, no dejar que cuelguen y toquen el suelo, porque aunque tengas el piso limpio termina por ensuciarse más rápido; ventilar con la cama deshecha, de esta forma todas las capas de la cama se refrescan; y tratar las manchas ni bien aparezcan.
Así limpiar los edredones y frazadas para que queden como nuevos
- Pretratamiento: extenderlos sobre la cama o mesa y verificar que no tengan manchas. Usar un quitamanchas a base de solvente para tratarlas, si no tiene puede intentar usar un detergente líquido de alta resistencia que contenga suficientes enzimas para romper las moléculas de las manchas y puedan eliminarse.
Aplicar el quitamanchas y colocarlo con los dedos o con un cepillo de cerdas suaves. Luego dejar que permanezca en la mancha durante al menos 15 minutos antes de poner el edredón en la lavadora.
- Temperatura del agua y el ciclo de lavado: usar agua fría o tibia, configurar la lavadora para la mayor capacidad de carga y seleccionar el ciclo delicado o suave. Utilizar un poco menos de la cantidad de detergente sugerida. Tener en cuenta que demasiado jabón es difícil quitar y puede dejar un exceso de espuma en las fibras del edredón.
- Sacudir y secar: hacer todo lo posible para sacudirlos y ayudar a eliminar las arrugas. Garantizar un secado uniforme antes de colocarlos en la secadora o bajo el sol. Inspeccionar cuidadosamente una vez que estén secos en busca de puntos fríos o húmedos, ya que su objetivo debe ser que se sequen completamente para evitar el crecimiento de moho.
Debemos tener en cuenta que ventilarlos al aire libre en los días soleados ayudará a iluminar su apariencia y eliminar los olores.
- Guardar los edredones y frazadas: lo ideal es guardarlos en bolsas de algodón o muselina o en recipientes de plástico. Si es posible, guárdelos debajo de su cama, en un armario o en otra área de su hogar con clima controlado.
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