El té negro proporciona numerosos beneficios al cuerpo, incluso ayuda a vivir una vida más larga y saludable, según una reciente investigación. Te contamos cómo prepararlo para sacar su máximo partido.

Es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial y otorga diversas bondades al organismo. Gracias a sus antioxidantes como las catequinas y los polifenoles ayuda a neutralizar los radicales libres y disminuir la inflamación.

También mejora la digestión, controla la diabetes, favorece la pérdida de peso y previene enfermedades como el cáncer e infarto de miocardio. Puede ser parte de una dieta saludable y las personas que lo beben podrían hasta tener más probabilidades de vivir por más tiempo.

Según una nueva investigación de los Institutos Nacionales de Salud, publicada por el Annals of Internal Medicine, indica que los bebedores de té negro tienen un riesgo “modestamente” menor de muerte por todas las causas, principalmente por enfermedad cardiovascular, cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular.

La evidencia médica relaciona el consumo de té negro con una mayor longevidad, incluso expone que los niveles más altos de su consumo puede ser parte de una dieta saludable.

¿Cómo se comprueba el efecto del té negro?

Para llevar adelante el estudio, los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer evaluaron los datos de salud de 498.043 personas en el Reino Unido entre las edades de 40 y 69 años, obtenidos del Biobanco del Reino Unido.

Los participantes completaron un cuestionario de referencia que incluía preguntas sobre sus hábitos de consumo de té y estilo de vida, y los investigadores compararon esos hábitos autoinformados con las tasas de mortalidad por todas las causas.

Los médicos realizaron un seguimiento a los participantes durante unos 11 años y los investigadores determinaron que las personas que bebían al menos dos tazas de té al día tenían un riesgo de muerte por todas las causas entre un 9 y 13% menor, en comparación con las personas que no bebían té en absoluto.

También se descubrió que las personas que bebían más té tenían tasas más bajas de muerte por enfermedad cardiovascular, enfermedad cardíaca isquémica y accidente cerebrovascular.

Los hallazgos se mantuvieron independientemente de cómo las personas disfrutaron su té, es decir, ya sea caliente o frío, con o sin leche o azúcar, y qué tan rápido o lento pudieron metabolizar la cafeína.

Los beneficios para la salud parecieron culminar alrededor de dos tazas de té al día. Aunque más té no era necesariamente dañino, no hubo beneficios adicionales para la salud.

Así debes preparar tu té para obtener todos sus beneficios

- No la dejes hirviendo: el agua debe estar caliente, pero para aprovechar al máximo sus virtudes y que no pierda su aroma debes retirar del fuego cuando esta empiece a hervir. Añade una cucharadita de té por taza o una bolsita ya preparada y déjalo reposar 3 o 4 minutos. Pasado este tiempo retira las hojas de té, si no la infusión podría quedar con un gusto demasiado fuerte.

- Mejor utiliza la miel: numerosos estudios apuntan que abusar del azúcar podría acabar dañando la microbiota que es fundamental para aprovechar las virtudes del té.

- Rebajar su sabor: puedes añadir un poquito de tu bebida vegetal preferida como avena, arroz, menta o limón para combinar y gozar de un mejor sabor.

Dejanos tu comentario