El picazón, las manchas rojas, incluso las ampollas y el dolor que sentimos en los pies son consecuencia del cambio brusco de temperatura que genera una vasoconstricción en el cuerpo.
Los sabañones o eritema pernio son la inflamación de los vasos sanguíneos en la zona de los pies como consecuencia de una bajada de temperatura que provoca el debilitamiento y la pérdida de la barrera hidrolipídica de la piel.
La ciencia aún desconoce la causa de su aparición, pero se atribuye a factores climáticos, como los cambios bruscos de calor a frío o exposiciones prolongadas a bajas temperaturas. Las partes más afectadas suelen ser los pies, la nariz, las orejas y las manos, por tratarse de zonas de terminación de vasos sanguíneos, donde la circulación es más escasa.
Las mujeres jóvenes son más propensas a padecerlos debido a los cambios hormonales. También las personas muy delgadas, o aquellas que estén por debajo de su peso ideal.
Sus principales síntomas son las áreas enrojecidas que pueden causar picazón en la piel de los pies, formación de ampollas o en los casos más graves dolor intenso, úlceras, hinchazón, sensación de ardor y cambios en el color de la piel que pasan del rojo al azul oscuro.
Si bien suelen desaparecer por sí mismos entre una a tres semanas, conviene actuar en situaciones en las que el dolor resulta intenso e incómodo. En el caso de las personas diabéticas o las que padecen una mala circulación sanguínea resulta más difícil curarlos, por tanto, es importante que acudan a su médico de cabecera.
Así puedes prevenir los sabañones en los pies
Evitar la exposición al frío, pero cuando no tengas opción masajea las zonas expuestas al frío para estimular el flujo sanguíneo. También es esencial vestir ropa adecuada que proteja del frío como guantes, gorros y calzados cerrados.
Cuando regreses a un lugar cerrado evita los cambios bruscos de temperatura en las zonas expuestas. Por ejemplo, aunque sea tentador colocar las manos y pies directamente en la estufa, no lo hagas porque favorecerá el desarrollo de esta afección.
Otra recomendación es aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitaminas C y A que te ayudarán a regenerar los tejidos dañados. También es importante mantener bien hidratada la piel y no aplicar calor sobre la zona afectada ni realizar baños calientes pues esta práctica podría incluso empeorar la situación.