Si cuando estabas planchando, se te quemó alguna prenda y los restos de la tela quedaron adheridos a este electrodoméstico, debes seguir estos sencillos pasos para limpiar y dejar tu plancha como nueva.
Tanto por el propio uso o por haber pasado la plancha sobre un tejido inadecuado, incluso debido a un descuido, la ropa puede quemarse y quedar partes de ella por la base de este electrodoméstico.
Seguir utilizando en dichas condiciones no sería lo recomendable porque los restos de la tela quemada podrían estropear otras prendas, así que antes de seguir planchando debes limpiar la superficie para que quede como nueva. Te contamos cómo lograrlo.
Limpiar con bicarbonato
Paso 1. Poner dos cucharadas de bicarbonato y un chorro de vinagre blanco o de limpieza en un recipiente. Cuanto más quemada esté la plancha, más vinagre necesitarás. Deja reposar la mezcla un rato.
Paso 2. Asegúrate que la plancha está desenchufada y fría. Aplica la pasta en la base de la plancha con una esponja dando ligeros toques. Deja actuar una hora o según la intensidad del quemado. Luego frota con una esponja.
Paso 3. Aclara bien y seca con un paño suave y limpio.
¿Cómo cuidar la plancha?
Antes de utilizarla, es importante leer las instrucciones del fabricante para sacar su máximo rendimiento y que dure más tiempo en buen estado. Además, al igual que la mayoría de los electrodomésticos, necesita un mantenimiento regular para su buen funcionamiento.
Por lo general, no solemos prestar atención a su cuidado y si te fijas en la base de la plancha, verás que con el uso van apareciendo manchas negras. Lo ideal sería quitarlas con la ayuda de una piedra blanca y una esponja mojada para evitar mayores daños.
Para limpiar la base de la plancha no necesitamos ningún producto específico o difícil de encontrar. Lo único que debemos hacer es desenchufar la plancha y, una vez fría, poner en práctica uno de estos métodos.
- Pasta de dientes: aplica un poco de pasta dentífrica blanca en la base de la plancha y frota con un paño limpio. Luego, enciéndela y deja que suelte vapor unos minutos.
- Detergente: agua caliente en un recipiente y añadir un par de gotas de detergente. Sumergir un paño en esa mezcla y pasarlo por la plancha hasta quitar las marcas.
- Vinagre: sumergir un paño limpio en un poco de vinagre blanco templado y pasarlo por la base de la plancha. Si no desaparecen las marcas, añadir al vinagre un par de cucharadas de sal y repetir el proceso. Por último, pasar un paño seco antes de guardarla.
- Sal: espolvorea sal sobre un trapo seco. Enciende la plancha y, cuando esté caliente, frota hasta que esté limpia. Cuando termines, desenchufa la plancha y deja que se enfríe. Pasa un trapo húmedo para eliminar cualquier resto.