Un estilo posmoderno que atrapa por sus líneas y figuras creativas. Su principal objetivo es cautivar visualmente y trasmitir alegría en los hogares.
Es una de las tendencias en decoración de interiores que resurgió después de muchos años y se adaptó a los gustos de los milenials gracias a su línea de variados colores.
Este diseño de interiores se basa en una paleta de tonos que juega con la combinación de figuras geométricas y formas creativas para elevar su potencial. Puede ser parte de la iluminación, textiles, muebles y elementos en un hogar para llamar la atención.
Se dio a conocer por primera vez en la Feria del Mueble de Milán de 1981 y desde entonces formó parte de la lista de diseños de interiores, pero sin tanta popularidad hasta que las nuevas generaciones la posicionaron como una de las mejores decoraciones.
Más allá de un estilo decorativo, nació como una filosofía que se aleja de los patrones minimalistas y monocromáticos que marcaron el siglo pasado en decoración de interiores. Como proviene del posmodernismo se destaca por sus propuestas artísticas y culturales.
Características del diseño de interiores
Logra impactar la vista con su combinación de colores que tiende a crear un arcoíris alrededor de la casa. Todos los espacios deben lucir potente y atractivos, donde el rojo, amarillo, azul y verde resaltan aún más siendo apoyados en los blancos y negros.
También se juega con colores pastel definidos como “neo - memphis” o “nuevo memphis” por no ser tan llamativos sino de tonalidades más calmadas para cautivar a los habitantes y visitantes del hogar.
El estilo memphis se puede aplicar en los muebles en base a las figuras geométricas y orgánicas usadas de un modo asimétrico. Se caracteriza principalmente por utilizar círculos, espirales, cuadrados y triángulos.
Además, logra romper todas las reglas en sus materiales con los que crea elementos decorativos y mobiliario de los más vistosos, mezclando texturas y acabados.