No hay nada mejor que dormir la siesta para mantener la energía y un estado saludable, especialmente en adultos de 60 años en adelante, ya que este hábito mejora la función cognitiva.
Conforme pasan los años los patrones de sueño cambian y las dificultades de un buen descanso aumentan, por ejemplo, se manifiestan el sueño ligero, el insomnio o la apnea. Sin embargo, dormir la siesta resulta beneficioso para contrarrestar dichos efectos.
Las siestas en personas de 60 años en adelante propicia una mayor agilidad mental y evita los problemas de salud como la demencia, según afirma la ciencia. Los investigadores descubrieron que dormir por la tarde generan resultados positivos en las funciones cognitivas.
Los resultados de un estudio en adultos mayores que tomaron una siesta de 30 a 90 minutos después del almuerzo demostraron que aquellos que no tomaron siesta experimentaron una disminución en la capacidad mental similar a un aumento de 5 años en la edad.
Otras ventajas de dormir la siesta
- Capacidad de aprendizaje: ayuda a descansar lo suficiente y mejora la capacidad del cerebro para procesar efectivamente nueva información, consolidarla en la memoria y aprenderla.
- Disminuye el riesgo de enfermedades: también beneficia a la mente y el corazón. Un estudio de adultos de 20 a 86 años encontró que dormir siestas regularmente de al menos tres veces por semana durante 30 minutos reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca.
- Presión arterial más baja: este es un problema de salud común con el que muchos luchan a medida que pasan los años. Si bien los factores del estilo de vida, como la dieta y el estrés, juegan un papel muy importante, la siesta puede ser un remedio natural para reducir la presión arterial.
- Energía y estado de alerta mejorados: el descanso adicional puede mejorar los niveles de energía durante todo el día. Las siestas de la tarde pueden ser un método rápido y rejuvenecedor.
¿Cuánto deben durar las siestas?
Las investigaciones demuestran que hay una duración particular para ver los mejores resultados, que es específicamente de 30 a 90 minutos. Además, la hora del día en que se duerme la siesta es muy importante porque si se duerme demasiado tarde o demasiado temprano, puede afectar negativamente los patrones de sueño nocturno.
Se recomienda que el momento óptimo para que los adultos mayores duerman la siesta es generalmente después del almuerzo. Las siestas del mediodía aprovechan su disminución natural del estado de alerta y brindan una cantidad saludable de tiempo para desarrollar su impulso de sueño durante el resto del día.