Se trata de una de las plantas medicinales más antiguas de la historia. Gracias a sus propiedades y efectos terapéuticos es utilizada para aliviar diferentes dolencias. Te contamos cuáles son sus principales beneficios.
Su nombre científico es chamaemelum nobile, pero popularmente se la conoce como manzanilla o camomila. Es una hierba perenne de la familia de las asteráceas, originaria de Europa, que mediante su poder curativo se expandió alrededor del mundo.
Desde épocas antiguas, es utilizada para sanar diversos dolores debido a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiespasmódicas. Por ejemplo, en Egipto se usaba como tratamiento de la malaria, en Roma para tratar infecciones urinarias y en Europa de la Edad Media, era un popular diurético, que también funcionaba como un remedio para los trastornos digestivos.
La principal forma de utilizarse es mediante la preparación de infusiones a partir de sus flores, las cuales tienen un aroma y sabor muy agradable. Sin embargo, también se utiliza en compresas frías o tibias para tratar áreas inflamadas, incluso puede emplearse con fines estéticos.
Siete beneficios de la manzanilla
1. Ayuda a una buena digestión: un té de manzanilla es una excelente idea cuando sentimos que no hemos digerido bien una comida y tenemos malestar, ya que su capacidad para relajar nuestro cuerpo ayuda al aparato digestivo, fomentando los movimientos que el estómago y el intestino necesitan. De esta manera, se alivian los dolores abdominales y la indigestión.
2. Calma y reduce la ansiedad: una infusión de manzanilla puede ayudarnos a calmar nuestros ánimos en situaciones en las que estamos un poco alterados. El momento en el que más se usa es cuando vamos a dormir porque contribuye a conciliar el sueño.
3. Disminuye el estrés: cuenta con efectos sedantes, por eso un té de manzanilla puede ser el aliado perfecto en situaciones estresantes porque permite calmarnos para afrontar mejor las situaciones con las que tenemos que lidiar.
4. Controla la diabetes: también se utiliza en algunas enfermedades metabólicas, como es el caso de la diabetes. El consumo diario de esta hierba en forma de infusión puede ayudar a controlar el índice glucémico, es decir, la cantidad de azúcar en sangre. Esto mejora los síntomas de la enfermedad de la diabetes.
5. Refuerza el sistema inmune: es capaz de reducir las infecciones del tracto digestivo y beneficiar la flora intestinal, a su vez disminuye el hinchazón abdominal que a veces sentimos. Son sus propiedades las que protegen y refuerzan el sistema inmunitario, previniendo enfermedades infecciosas y aliviando los estados inflamatorios.
6. Trata las heridas e impurezas de la piel: también ayuda a proteger las células de daños externos y es así como evitar que la piel se pueda infectar o dañar con procesos inflamatorios. Como está compuesta por compuestos fenólicos y taninos, ayuda a retrasar el envejecimiento celular y promueve la producción de colágeno, lo que contribuye a la cicatrización de la piel.
7. Alivia los dolores menstruales: sus efectivo poder como calmante digestivo unido a su efecto antiinflamatorio y analgésico alivian dichas dolencias. Para reducir los síntomas premenstruales y menstruales se puede tomar una infusión de manzanilla a partir de la tercera semana del ciclo menstrual.
¿Cómo preparar una infusión de manzanilla?
Es muy sencillo y puede realizarse de dos modos: a partir de sus flores secas o mediante bolsitas ya preparadas, las cuales se venden en herboristerías o en todo tipo de supermercados.
Para la preparación mediante flores, necesitamos hacer hervir un vaso de agua y colocar en él unas dos cucharaditas de flores de manzanilla. Luego se cubre y se deja reposar por 10 minutos. Posteriormente, con un colador se quitan las flores para quedarnos solo con el líquido de la infusión.
Al preparado se le pueden añadir otras plantas con propiedades medicinales como, por ejemplo, la menta o el hinojo que son las que más potencian sus beneficios para la salud.
La manzanilla y su uso estético
Además de sus beneficios medicinales, la manzanilla puede emplearse con fines estéticos, gracias sus componentes fenólicos y taninos que retardan el envejecimiento de la piel e incrementan la producción de colágeno, suavizan y limpian la piel, aclaran y dan brillo al cabello.
Asimismo, la manzanilla se utiliza para realizar compresas frías o tibias, para tratar áreas inflamadas como los párpados después de una noche sin sueño o algún área del cuerpo en el que haya sufrido un golpe.