Mientras que algunas personas son más productivas por las noches y necesitan un tiempo de silencio al despertar, otras se levantan temprano y con ánimo para realizar todas sus actividades durante el día. ¿Sabés cuál es tu cronotipo?
Cada uno tiene su propio ritmo y según el cronotipo afecta en los cambios de energía que experimentamos a lo largo de la jornada, por eso, algunos son más activos durante las horas de luz y otros en la noche.
El cronotipo es la sincronización de los ritmos circadianos, un ciclo fisiológico subyacente de 24 horas que se produce en el organismo. Este término se refiere a la predisposición natural que tenemos al desarrollar ciertos picos de energía o momentos de descanso según la hora del día.
La encargada de administrar esta energía es la melatonina, una hormona que también tiene como función inducirnos al sueño. Se libera en la oscuridad y determina en qué momento de la jornada estamos más despiertos y, por tanto, somos más productivos.
¿Cuáles son los cronotipos?
Los cronotipos se dividen en: matutino, vespertino e intermedio. El primero se refiere a las personas cuyas funciones cognitivas son máximas por la mañana y empiezan a disminuir por la tarde, lo que les lleva a acostarse temprano y madrugar.
Sin embargo, los vespertinos se caracterizan porque encuentran que sus funciones cognitivas son máximas por la tarde y noche, por lo que tienden a acostarse y a levantarse tarde, madrugar no es una posibilidad. En cuanto al intermedio, son aquellos que no muestran preferencias por la mañana ni por la tarde, sino que se encuentran en medio de estos dos.
Saber en qué momento del día nuestro cuerpo está más despierto nos permite realizar de manera más efectiva nuestras tareas diarias, ya que si identificamos cuándo nuestras funciones cognitivas están al máximo, podemos planificar nuestros horarios de trabajo y descansar mejor.
Madrugadores o trasnochadores
Algunas personas manifiestan sentirse más inspiradas o se concentran mejor por las mañanas, por eso prefieren iniciar su día temprano. En cambio, hay otros que estudian o trabajan mejor durante la noche porque es el horario donde se encuentran más activos mentalmente, para este grupo madrugar no es lo ideal.
Búhos se denomina a los de cronotipo vespertino porque suelen acostarse tarde y les cuesta activar por las mañanas, sin embargo, a los que se les llama alondras son los que duermen temprano, se levantan pronto y con vitalidad, incluso entran en actividad rápidamente. Si bien existe el cronotipo intermedio, la mayoría se relaciona mejor con uno de los extremos citados.
Varios estudios científicos indican que el cronotipo tiene un componente genético y también existen otros factores relevantes, como la edad y el estilo de vida, por lo que puede modificarse a lo largo de los años, incluso de género porque las mujeres tienden a ser más madrugadoras que los hombres.
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