Un grupo de arqueólogos y buceadores europeos estaban explorando el famoso naufragio de Anticitera en el mar Egeo y encontraron una pieza gigante que podría pertenecer a la estatua sin cabeza 5.742 encontrada en el año 1900.
La pieza se trata de un Hércules de tipo Farnesio, según explicó en un comunicado el Ministerio de Cultura Griego y creen que podría pertenecer a la estatua incompleta del Museo Arqueológico Nacional de Atenas, cuyo descubrimiento se dio en el mismo naufragio hace más de un siglo atrás.
La cabeza de mármol no fue lo único que encontraron a su paso, también hallaron objetos pertenecientes al barco como bronce, hierro, clavos y otras masas amorfas deformadas por el agua y el paso del tiempo. Además descubrieron dos dientes humanos incrustados en una masa sólida con trozos de bronce que será analizado para determinar el género y las características de la persona.
Esta investigación se llevó a cabo en el marco del Plan Quinquenal 2021-2025, en el participaron científicos suizos, griegos e italianos y todas las piezas encontradas fueron trasladadas a las instalaciones del Eforato de Antigüedades Subacuáticas de Grecia para su correcta conservación.
El sur del Peloponeso es conocido por ser una zona marítima muy tempestuosa y en la Edad Antigua provocó cientos de naufragios, entre ellos el Anticitera, el hallazgo más importante hasta la fecha.
A lo largo de décadas se encontraron en la zona diferentes objetos arqueológicos y estatuas, pero el Anticitera se convirtió en el más importante y famoso por la complejidad de la maquinaria, este artefacto fue hallado por buzos que estaban recolectando esponjas en 1900.
La máquina fue construida en el siglo I a.C., supuestamente por científicos griegos y es considerada la computadora analógica más antiguo del mundo. Su fascinante y complejo sistema de engranaje para la época puede predecir eclipses y otros fenómenos astronómicos. Cuando el dispositivo fue encontrado le faltaban más de un tercio de sus piezas, pero gracias a colaboradores de la Universidad de Londres pudo ser reconstruido y estudiado.