Con el paso del tiempo se convirtió en un elemento básico de la gastronomía para resaltar los sabores de los alimentos. En cantidades moderadas tiene beneficios para nuestra salud, además de poseer minerales como el zinc, magnesio, hierro, fósforo y yodo.
En nuestros días su finalidad es condimentar y ayudar a preservar los alimentos, pero en otros tiempos fue motor de acontecimientos históricos para la humanidad. ¿Sabías que la sal provocó guerras, fue moneda de cambio, y entre muchas otras cosas, también motivó viajes de exploradores?
Si bien el consumo excesivo de la sal está relacionado con varias enfermedades como la hipertensión o la insuficiencia renal, la Organización Mundial de la Salud sugiere que su consumo sea moderado, no mayor a 5 gramos por día. El problema es que las personas no regulan la cantidad que utilizan y el sodio que poseen los alimentos procesados.
Existe otra realidad, no se puede vivir sin sal. Contribuye a la absorción de vitamina C y produce ácido clorhídrico, imprescindible para la absorción de nutrientes. Afortunadamente existen muchos tipos, extraídas de lugares diferentes, lo cual nos da un abanico de posibilidades cuando el médico nos indica no usar sal común.
Algunos tipos y sus características
La sal común es la que utilizamos casi todos, extraída de minas de sal y con un alto contenido de cloruro de sodio, algunas veces puede tener aditivos como el yodo.
Extraída por evaporación, la sal marina es cruda, contiene casi la misma cantidad de cloruro de sodio que la común. Al no estar refinada, tiene propiedades como el magnesio, potasio, hierro y calcio.
La sal del Himalaya, también conocida como rosa por su color, es originaria de Pakistán. Se la considera como la más pura y más costosa debido a su proceso de extracción. Posee trazas de hierro y pequeñas cantidades de minerales como el hierro, calcio y magnesio.
Flor de sal, la sal gourmet por excelencia, es costosa por que se extrae manualmente de la capa superior en los bancos de las salinas. Es muy rico en nutrientes y no pasa por procesos industriales, su sabor es algo picante por su contenido de magnesio.
La sal negra es similar a la sal común pero de origen volcánico, demás de los minerales que ya nombramos, tiene carbón y azufre que le da su color particular, es baja en sodio, y muy utilizada en recetas veganas para preparar mayonesa por su particular esencia a huevo.
Algo que hay que tener en cuenta si decidimos cambiar el uso de la sal común por alguna otra, es que no todas son igual de sabrosas, dependiendo sus características se usan después de la cocción de los alimentos, por eso, para facilitar la transición se recomienda usar especias a gusto, ajo, pimienta y limón.