Las plantas medicinales se destacan por sus propiedades terapéuticas y curativas. Una que no puede faltar en tu alacena es el eneldo porque no solo tiene la capacidad de aliviar dolencias y prevenir enfermedades, también sirve para sazonar y resaltar el sabor de las comidas.
Conocida desde la antigüedad, esta hierva aromática se caracteriza por tener un sabor dulzón, fresco y anisado aunque sus semillas tienden a ser un poco amargas. Tanto el tallo, como sus hijas y semillas pueden ser consumidas, ya sea en diferentes platillos, infusiones o en el mate.
Además de resaltar sabores, el abesón - otro de sus nombres - está lleno de propiedades benéficas para el cuerpo y la Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo como aderezo saludable y nutritivo.
Esta compuesta mayormente por agua y es una buena fuente de proteína vegetal, carbohidratos y fibra. Contiene bajo porcentaje en grasa, lo que la vuelve ideal en planes alimenticios para bajar de peso. También posee vitaminas, minerales y antioxidantes que refuerzan el sistema inmune.
Tantos sus hojas como semillas son ricas terpenoides, un compuesto aromático que combate afecciones del cerebro, hígado, corazón y riñones. También flavonoides y taninos que reducen el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, cerebrovasculares y actúan como antioxidantes y antimicrobianos, según afirman estudios científicos.
Consumir eneldo a diario ayuda a facilitar los procesos digestivos, previene los cólicos, las flatulencias y alivia los dolores menstruales, esto se debe que contiene propiedades cardiotónicas, antiinflamatorias y antiespasmódicas.
Por otro lado, combate la retención de líquidos y desintoxica el organismo, también previene afecciones como los resfriados y las infecciones por su alto contenido de vitamina C. Una de sus bondades menos conocidas es que contribuye a aliviar el insomnio y otros trastornos del sueño.