Se trata de un trastorno circulatorio, las venas se dilatan y se pueden ver bajo la piel. Las causas suelen ser los trastornos hormonales, la edad o la genética, por eso es muy importante implementar hábitos para aliviar y prevenir su aparición.
Este problema surge cuando existe un mal funcionamiento de las válvulas unidireccionales de los vasos sanguíneos. Estos son los encargados de regular la circulación de la sangre y cuando no son capaces de retornarla hacia el corazón, las venas se dilatan y quedan a la vista.
Su presencia puede generar ciertos complejos porque tienen un aspecto antiestético, pero lo cierto es que las molestias van más allá de lo superficial. Quienes la padecen pueden sentir sensación de pesadez, dolor o hinchazón en las piernas y tobillos, entre otras dolencias.
En los casos más graves es imprescindible la intervención de un especialista, pero también existen una serie de hábitos que te ayudarán a aliviarlas y combatirlas.
Para cuidar la salud de manera integral es importante realizar actividad física, en lo posible, 30 minutos de ejercicio moderado diariamente y un buen estiramiento luego de entrenar contribuye a mejorar la circulación sanguínea.
Una actividad recomendada es el yoga porque es de bajo impacto, además fortalece y tonifica el cuerpo. Y para aliviar la inflamación, la sensación de pesadez y la incomodidad que causan las varices es fundamental elevar las piernas, así también se combate con la retención de líquidos.
Este acto sencillo facilita el flujo sanguíneo y ayuda a que retorne hacia el corazón. Podés acostumbrarte a dormir con una almohada bajo los pies o elevarlas contra la pared diariamente durante 15 minutos.
Otras recomendaciones
Las rutinas donde hay que pasar mucho tiempo de pie o sentada pueden causar dificultades en la circulación. Esto aumenta la presión de las venas en las piernas y obstaculiza el retorno de la sangre al corazón, también genera inflamación en el tren interior.
Si pasas muchas horas sentada o parada es importante realizar ejercicios de estiramiento al menos dos veces al día y tomar algunos descansos para elevar las piernas.
Aunque sea incómodo, especialmente en épocas de bajas temperaturas, es bueno tomar duchas con agua fría, esto sirve como terapia para aliviar las varices y los síntomas que se generan. Las bajas temperaturas favorecen a la contracción de los vasos sanguíneos, reducen los calambres y la inflamación.
Por último, los hábitos alimenticios son clave, así como evitar el sobrepeso. Hay que ingerir suficiente agua por día, al menos dos litros, elegir alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra, también incluir plantas medicinales como el romero, la cola de caballo, la manzanilla y la melisa. A contraparte evita el consumo de alcohol, el tabaco, la sal en exceso, y la comida chatarra.