Es conocida como uña encarnada, y afecta también a los lactantes debido a que sus uñas son frágiles y están más adheridas a la piel. Generalmente se producen por factores rutinarios, como el uso de medias muy estrechas o por acostarlos boca abajo durante largos periodos de tiempo.

Las uñas de los pies son zonas muy sensibles que pueden causar serios problemas si no se atienden correctamente cuando la situación lo requiere. Uno de los casos más delicados de onicocriptosis es cuando se presenta en bebés porque puede detectarse de manera más tardía y además en los primeros años de vida, las uñas de los pies suelen ser muy finas y blandas.

Existen personas que nacen con las uñas del dedo más cortas de lo normal, lo que hace que no se cubra el lecho totalmente. Debido a ello las uñas se encarnan en la parte distal y pueden provocar una pequeña infección eventualmente.

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La podóloga, Eusebia Benítez, explicó que en el neonato ocurren casos muy esporádicos en los que, por la posición fetal, algunos bebés nacen con las uñitas encarnadas. “A esto se suma la mami preocupada que, queriendo solucionar el problema, realiza un procedimiento inadecuado (corte de uña), empeorando la situación”, manifestó.

La onicocriptosis en los lactantes se da por factores rutinarios, como por ejemplo por el uso de calcetines o mediecitas muy estrechas y estiradas. También pueden ocasionarse por mantenerlos acostados boca abajo por largos periodos de tiempo.

Más adelante, cuando el bebé ya se sienta e intenta pararse, entran en escena los zapatitos y los famosos andadores. “Estos influyen directamente en la biomecánica del dedito gordo, ocasionando presión en los rodetes periungueales (piel que rodea a la uña) hasta lastimarlos e inflamarlos, dando paso a la temida lesión que a veces termina llevándolos a la sala de internados por alguna infección acontecida”, indicó.

El calzado debe brindar protección y seguridad

“Tiene que ser de material noble, que proporcione libertad de movimiento, sin tacos que entorpezcan el proceso de crecimiento de músculos y tendones que con el tiempo podría conllevar algún tipo de patología de por vida”, puntualizó.

También instó a tener en cuenta el modelo y material de los calcetines, que sean de adaptación suave y material antialérgico, preferentemente de algodón que absorba el sudor. Pidió tener especial cuidado al momento de cortar las uñas a los niños, ya que es común que para evitar que se aloje la suciedad debajo de las uñitas muchos proceden a cortes desproporcionados.

“Con los cortes desproporcionados inicia la odisea para el niño y la familia, pues se invaden los sellos protectores del hiponiquio (cutículas que unen la lámina ungueal con el lecho ungueal), originando así una puerta de entrada de virus, bacterias y hongos, que también son factores desencadenantes para una onicocriptosis (uña encarnada)”, dijo.

Se debe descartar el uso de los tacos elevados, recordando que el niño en etapa de crecimiento, no debe utilizar ningún tipo de elemento que le impida el desarrollo correcto corporal. El uso de taco por parte de niños -más adelante- podrían presentarse episodios indeseados, como acortamiento del tendón de Aquiles que traerá problemas más graves.

Recomendaciones

La especialista recalcó que ante cualquier signo que pudiera significar una onicocriptosis tanto en niños como en adultos, acudir al Servicio de Podología del Hospital de Clínicas de la FCM-UNA. Allí se le brindará la ayuda correspondiente, especialmente la educación para acompañar el tratamiento.

Entre sus consejos destacó que para evitar las uñas encarnadas es fundamental realizar una buena higiene y secado de los pies, utilizar calzados y calcetines de material noble y conforme a la morfología del pie.

Igualmente resaltó hacer un corte correcto de uñas, sin invadir piel ni cutículas, y evitar que el niño se corte las uñas sin la supervisión de un adulto responsable.

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