Se basa en aceites esenciales que a través de los aromas que desprenden nos ayudan a relajarnos, disminuyendo los niveles de estrés y ansiedad que tenemos acumulados, además su aplicación sobre la piel genera beneficios para nuestra salud.

La aromaterapia se volvió una tendencia de interiores en los últimos tiempos, y es que sus múltiples bondades la hacen posicionarse como ambientadores y cremas, ya que también poseen importantes propiedades para la piel.

Los aceites esenciales son extraídos de los activos de las plantas, y como su base es natural, sus aromas actúan en nuestro nivel anímico y nos hacen sentir bien. A su vez, cuentan con moléculas que contribuyen a reducir el estrés y la ansiedad, e incluso ayudan a conciliar el sueño.

Además, vinculan nuestras emociones con el cerebro, por eso durante la terapia los recuerdos vienen a la memoria. Para iniciar la aromaterapia es importante cerrar los ojos y dejarse llevar por los olores, de manera a desconectarnos de la rutina.

Debido a sus bondades en la piel, se cree que es uno de los tratamientos de belleza más efectivos para combatir la celulitis. Los aceites esenciales actúan como hidratantes, regenerantes y cicatrizantes, además son altamente nutritivos.

La aromaterapia mejora el drenaje, favorece al sistema circulatorio, reafirma y disminuye la flacidez de la piel y hasta ayudan en la reparación de los daños causados sobre la misma.

Cuentan con propiedades analgésicas, antibióticas, antisépticas, astringentes, sedantes, expectorantes y diuréticas. También, los aceites esenciales ayudan a calmar malestares gastrointestinales, dolor menstrual, e infecciones respiratorias.

Cinco formas de aplicar la terapia

1. Inhalación: consiste en vaciar algunas gotas de aceite esencial en un pañuelo o en un tazón de agua caliente e inhalar suavemente el aroma.

2. Masaje: primero se diluye la esencia en una loción o aceite vegetal como olivo, aguacate o germen de trigo antes de ser aplicada a la piel, y así se evita una reacción alérgica.

3. Baños aromáticos: se trata de un baño con agua tibia y aceites esenciales para producir un efecto de relajación. Se debe evitar usar agua caliente para que el aceite no se evapore.

4. Aplicación con crema: basta con mezclar algunas gotas de aceite esencial con crema corporal, para luego aplicarla de manera directa sobre la zona de piel deseada.

5. Consumo directo: también pueden ser consumidos en agua o infusiones, sin embargo, este método se debe consultar directamente con un médico, ya que algunos aceites pueden resultar dañinos al ingerirse directamente.

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