Es un tipo de dermis en la cual las glándulas sebáceas producen exceso de grasa y se notan los poros dilatados que, sin un buen tratamiento, puede obstruir y generar puntos negros, barritos y espinillas. Para evitar llegar a esa condición, te contamos los errores que debés evitar.
Es importante conocer nuestra piel y sus características, muchas veces nos dejamos influir por el marketing y sus propagandas, pero lo más conveniente es consultar con una dermatóloga que nos explique cuáles son los productos adecuados, tanto de cuidado como los maquillajes.
Es natural que al percibir nuestra piel oleosa nos sintamos incómodas, más aun con ese brillo que se genera en nuestro rostro. Lo primero que se nos viene a la cabeza en esos momentos es correr al baño y lavarnos el rostro, este es un error frecuente, más aún si se utiliza un jabón de tocador.
Si nos lavamos la cara excesivamente vamos a lograr todo lo contrario al objetivo, nuestra piel no solo producirá más sebo, sino que también perderá su capa protectora y posteriormente se podría tornar enrojecida, inflamada y hasta con más acné.
Con dos veces al día basta y en cuanto al producto, los jabones comunes son alcalinos y nuestra dermis tiene un pH ácido, esto desequilibra la defensa natural, por eso es mejor optar por un limpiador especial indicado para este tipo de cutis.
No hidratar la piel por miedo a que se torne más grasosa. Todo lo contrario, cuando no le aplicamos un buen hidratante luego de realizar la higiene la glándula sebácea produce más oleo para darle brindarle esa capa protectora. Lo conveniente es usar un hidratante que sea para este tipo de dermis, de textura más ligera y a base de agua, sin aceites.
Otros consejos a tener en cuenta
El protector solar es obligatorio, pero en este caso, no aplica cualquier bloqueador. Los aconsejados para cutis oleosas son aquellos libres de aceites, no comedogénicos y de acción seborreaguladora o matificante, justamente para no obstruir los poros.
Muchas creen que no se pueden maquillar por esta característica. No es necesario que renuncies al maquillaje, nuevamente, existen productos indicados para este tipo de piel, recordá seguir los pasos necesarios previos antes de aplicar bases y correctores. Con esto nos referimos a que laves bien tu rostro, lo hidrates, le apliques bloqueador solar y luego pases a realizarte el make up.
Tocarse constantemente el rostro o incluso apretar los granitos es un grave error. Las manos son un vehículo de bacterias, no necesariamente por falta de higiene sino por que constantemente estamos tocando diferentes objetos. Al realizar esta acción no solo ensuciamos nuestra dermis, también la contaminamos y corremos riesgo de infectar los granitos y generar cicatrices.
No sobrecargues tu piel de productos, utilizá los necesarios y evitá aquellos que sean a base de alcohol, estos tienden a resecar la dermis y por “instinto” el cutis detecta este problema y genera más sebo.