En esta nueva edición de Poderosas con Marilé Unger, la invitada especial fue Jazmín del Paraguay, una joven cantante de tan solo 17 años que cautiva al público con su dulce voz, estilo y amor por la patria.

Por: Natalia Delgado

Jazmín Sanabria es un de las voces más influyentes del folclore nacional. Se hizo conocida desde muy chiquita al participar en el reality Pequeños gigantes, donde se destacó por su sublime voz. Tiempo después fue convocaba en Sábado gigante por el presentador chileno Don Francisco, donde quedó en segundo lugar siendo la única paraguaya entre 12 participantes latinoamericanos.

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Oriunda de Pedro Juan Caballero, la joven artista cuenta que su amor por la música surgió desde muy temprana edad. “Crecí con la música, es algo que voy a llevar para toda la vida. La verdad que me encanta y es lo que me hace crecer y aprender todos los días”, expresa.

Recuerda que la música siempre estuvo presente en su vida. Cuando ella nació su papá abrió un estudio musical en su casa y desde los tres años ella buscaba cualquier excusa para entrar y mirar el trabajo de su padre.

“Desde muy chiquitita ya entraba en el estudio, era muy curiosa, entraban los músicos, yo escuchaba y decía: ‘¿qué lo que es eso?’, creo que ese es mi primer recuerdo. Mi excusa era llevarle tereré a papá, iba y le decía: ‘¿papá querés tereré?’, entraba y me quedaba ahí, fascinada con todo lo que hacían, cuando cantaban, cuando papá estaba produciendo las canciones…”, explica.

Su carisma y el magnetismo que genera cada vez que sube al escenario la destacan como cantante. Ella misma describe ese espacio como su casa y agrega que es uno de los lugares donde más disfruta estar.

“El público es mi familia, es donde de verdad aprendo de mí misma y de la gente, y me transformo en el sentido de que la música tiene ese poder, la magia de estar en el escenario y de conectar. También porque soy super tímida, mi mamá me manda a preguntar algo y yo le digo que me da vergüenza, y le ves a Jazmín del Paraguay en el escenario y jamas te vas a dar cuenta de eso. A eso me refería que me transformo, porque la música tiene su magia”, manifiesta.

Paraguay está siempre conmigo”

Sus padres la bautizaron con el nombre Jazmín por ser la flor nacional y su seudónimo: “Jazmín del Paraguay”, nace con la idea de llevar a su patria a donde sea que vaya.

“En el 2015 registramos el nombre artístico y surgió para eso, para que mediante ese nombre, la música y a través de todo, Paraguay esté siempre presente conmigo, eso es demasiado para mí, me pone demasiado aguará cuando digo ‘Jazmín del Paraguay’ porque ¡de Paraguay hina! Es algo que de verdad me pone super feliz”, exclama.

Su familia es una parte fundamental en su vida y en su carrera, la joven menciona que fue ella quien a los cuatro años se acercó y le dijo a su papá que quería cantar en la escuela, y desde ese momento, tanto su mamá como team de asesora de imagen y su papá en la parte musical la acompañan en cada proyecto.

“Ambos son mis mejores amigos y también somos un equipo de trabajo, eso es algo que de verdad agradezco todos los días, porque la verdad que tenerle a mamá y a papá es una bendición super linda”, reflexiona y continúa: “El proceso creativo de estar en el estudio, los viajes, un montón de anécdotas que creamos juntos como familia y como equipo de trabajo es espectacular”.

En los últimos años Jaz no solo creció como cantante, también se convirtió en una gran influencia para los jóvenes y una embajadora de la música folclórica nacional contemporánea. Su activismo en las redes sociales se enfoca en mostrar su trabajo, pero también se encarga de incentivar a sus seguidores a que compartan sus talentos y apuesten a sus sueños.

Comenta que muchos le hablan para decirle que quieren cantar pero que no se animan y ella motiva a superar esos miedos porque así se abren puertas. “Siempre les digo: ‘¡Hacé!’, porque si no hacés, nadie va hacer por vos, tenés que animarte y meterle ganas, se puede soñar pero también hay que trabajar por ello, hay que animarse y empezar”, insta.

Y agrega que todo es posible, que van haber días difíciles, que van costar más que otros pero que al final vale la pena. “Nosotros venimos de Pedro Juan. Desde el 2014 estoy estudiando en Asunción, vine con mi familia, mamá y papá, mis hermanos se quedaron allá, pero vine con mis padres y ellos siempre conmigo, ayudándome y eso también, digo a todos los padres que les apoyen a sus hijos, es sumamente importante y más aún en la etapa de niños y jóvenes. Nada es imposible y hay que arriesgarse siempre”, remarca.

Su familia, su pilar

Cuando la joven artista habla de su familia lo hace con emoción y ternura. A su mamá la describe como su poderosa favorita y su papá como su alma gemela.

“Mami es luz, es todo, es lo mejor que puede pasar en mi vida, mi mejor amiga, mi todo legalmente, que lo que no es mamá, es capas de hacer muchísimas cosas y yo le admiro muchísimo, es mi poderosa favorita de verdad”, expresa y agrega: “yo soy como el chicle de papá, no me despego porque también aprendo mucho de él, papá es mi mejor amigo, el que me escucha, mi cómplice, mi compañero de chismes, de consejos, o sea, de todo”, comenta.

Al ver la foto de su bisabuela Jazmín no contuvo las lágrimas y expresó que era la verdadera kuña guapa. “Esa mujer representa todo para mí, el crecimiento, el origen del poder de toda la familia y hasta ahora sigue siendo la representación de la mujer paraguaya, la que no se rinde, la que es valiente, y la que es re poderosa, esa es abuela”, indica.

La artista puntualiza que tiene una relación muy sana con sus padres, que si bien pueden surgir desacuerdos siempre logran solucionarlos como familia y que está muy agradecida por eso.

Ñemboki”

El último lanzamiento de Jazmín se estrenó el día de su cumpleaños, “celebramos mis 17 con esa música”, enfatiza la joven y comenta que todos los que escucharon su nueva canción le dicen que es muy kyre’y (polca alegre).

“Queríamos una polca kyre’y y que la gente reciba así es demasiado lindo, entonces Ñemboki hace referencia al coqueteo. Le dije a papá: ‘quiero hacer algo de San Juan’ y ñemboki me dijo, así de entrada, y ahora todo tiene sentido”, haciendo referencia a aquellos que iba a San Juan para ver a la persona que le gustaba.

“Todo eso llevamos al estudio, toda esa idea y me encantó trabajar, soy fan del maestro Sergio Cuquejo con quien terminamos la producción musical, papá, Oscar Sanabria también, y los vientos que suenan son de integrantes de la banda de jazz de la Policía Nacional, suena espectacular y me encanta muchísimo, no porque es mi música sino porque soy fan de esa gente, aprendo y admiro muchísimo a los que están por detrás de cada proyecto”, expresa.

Y finaliza: “Desde chiquitita escucho la música paraguaya, llevar como bandera el folclore, representa muchísimo para mi e ir gracias al arte a ciudades, recorrer, ver a los jóvenes saltando, así con pura energía nuestra polca, es demasiado lindo. De eso se trata el folclore, de que cada generación, sin quitarle su esencia, ponga su huella a cada canción”.

El programa completo lo podés ver dando click aquí.

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