Muchas personas pueden experimentar congestión nasal, especialmente cuando hay cambio estacional. Y como no hay nada más molesto que andar con las vías respiratorias tapadas, secreciones y demás molestias, te contamos varias maneras sencillas de eliminarla.
Esta dolencia aparece cuando se dilatan los vasos sanguíneos de la nariz y aumenta la irrigación de la mucosa, lo que produce una inflamación que estrecha los conductos nasales e impide que el aire pase con normalidad.
Las causas más comunes están relacionadas a los resfriados, gripes y sinusitis, aunque también puede ocurrir por alergias, agentes irritantes como el humo y el alcohol, cambios bruscos de temperatura y humedad, entre otros motivos.
Además de tener la nariz tapada y secreciones, se pueden experimentar otros síntomas como estornudos, picor en la nariz y garganta, irritación en los ojos y dolor de cabeza. Si bien para los mayores esto solo implica una molestia, para los menores y bebés puede ser una complicación mayor que necesite de intervención médica.
¿Cómo aliviar los síntomas?
En el caso de que estés sufriendo de congestión nasal, te recomendamos algunos tips. Vale aclarar que estos son complementos que pueden ir acompañados de la opinión de un médico. Si tus síntomas son muy persistentes, lo mejor es que consultes con un especialista a la brevedad.
Una buena sopa de verduras te aportará muchos nutrientes y, además, te ayudará a hidratar las membranas de la mucosa, el calor y el vapor de la comida también actuará como antiinflamatorio. Podés probar una sopa licuada de zapallo, zanahoria, cebolla, ajo y un poco de ralladura de jengibre.
El eucalipto es un excelente aliado a la hora de descongestionar la nariz, gracias a sus aceites aromáticos y mentolados, ayuda a descongestionar las fosas nasales, provocando la fluidez respiratoria. Basta con poner a hervir una olla con agua y agregarle unos puños de hojas de eucalipto o aceite esencial y hacer vapor por algunos minutos.
Hay varias infusiones que te ayudarán a aliviar los síntomas, podés beber té de tomillo, jengibre, malva, manzanilla, todos poseen muchas bondades y entre ellas se destacan las antiinflamatoria, descongestionantes y expectorantes. Es también muy importante también beber mucha agua a la par de tus infusiones para favorecer la dilución de la mucosidad de la nariz y su expulsión.
Por último, tomar una ducha caliente, aprovechar el vapor para descongestionar y continuar luego aplicando compresas calientes sobre la frente y la nariz, este último paso podés repetirlo varias veces al día durante cinco minutos.