Una práctica muy común como método de castigo o para enseñarles buenos comportamientos, pero este acto lejos de ser una técnica de educación es considerado un maltrato animal. La doctora veterinaria, Fátima Ovando, nos explica los motivos.
Por: Verónica Giménez
Mantener durante horas a un perro atado es un error que muchos dueños cometen, aunque las intenciones sean que no se escape o que mejore su conducta. Esta práctica solo afecta el bienestar del animal.
La doctora veterinaria, Fátima Ovando, en conversación con la VOS explica que el acto es considerado como crueldad animal y puede dejar marcas imborrables en la mascota. “Atarlo puede generar consecuencias que afectan su bienestar físico, como por ejemplo enflaquecimiento y deshidratación, mientras que en lo emocional, les produce ira y estrés”, detalla.
Al ser atados desarrollan cambios drásticos en su comportamiento, y presentan infecciones de todo tipo, tanto en el oído como en la piel, ojos, y otras zonas del cuerpo. Además deja insatisfecha su necesidad de actividad física, gasto de energía y exploración del ambiente, que de manera natural ocurren durante el juego y el paseo.
“Estamos hablando de animales que son libres desde que nacen hasta sus últimos días, por ende debemos respetar su naturaleza. Un perro atado puede sufrir varias consecuencias comportamentales y estas nos llevarán a afecciones físicas y multiorgánicas que deterioran su salud, incluso al 100 por ciento”, manifiesta.
Ovando recomienda que antes de tener una mascota, y si esta es de raza, primeramente investiguemos su carácter y temperamento, para de acuerdo a eso establecer técnicas de enseñanza orientadas a la buena conducta, que sin dudas deben ser practicadas desde cachorros, y por sobre todo deben estar basadas en mucha paciencia y amor.
“De nada sirve si se tiene amarrado a un perro cuya raza tiene tendencia a la territorialidad, ya que esta acción lo que hace es intensificar dicho instinto”, sostiene.
“Errores comunes que veo y experimento día a día es que los propietarios deciden tener una mascota sin antes planificar, tiempo, dinero y espacio en donde estarán las futuras mascotas. Es ahí donde comienzan los problemas. Tenemos que ser consciente a la hora de adoptar o comprar una mascota, porque eso implica muchísima responsabilidad, a parte de brindarles amor y cariño”, puntualiza.
La profesional remarca que es importante ofrecerles un ambiente cómodo y saludable para que se desarrollen satisfactoriamente. “La mascota que no esté en un lugar adecuado y propicio para ellos, comenzarán a tener problemas de comportamiento, estrés, y su salud puede ir deteriorando en diferentes aspectos”, expresa.
Los animales de raza con un fuerte comportamiento como el caso del pitbull, que es bastante territorial y con tendencia a un temperamento imponente y agresivo, no debe estar atado, porque esto alimenta su incapacidad de demostrar su naturaleza. A diferencia de corregirlo, le estamos enseñando a que debe cuidar su área, es decir, la zona donde está amarrado, y esto puede generar que cuando una persona pase por esa zona el animal se torne agresivo.
De manera a brindar a nuestro cachorro una vida saludable, la doctora veterinaria, Fátima Ovando, nos sugiere cumplir con las cinco libertades de los animales, que son:
-Libre de hambre, sed y desnutrición
-Libre de miedos y angustia
-Libre de incomodidades físicas o térmicas
-Libre de dolor, lesiones o enfermedades
-Libre para poder expresar las conductas y pautas de comportamiento propias de su especie.