Esta es la primera tarea que tenemos en el día y cumplir con ella, contribuye en nuestro bienestar emocional y nos ayuda a comenzar la jornada de una manera organizada.
Es una actividad fácil de realizar y cumplir con ella debería ser un hábito, pero por lo general al despertarnos nos conectamos inmediatamente con nuestra lista de tareas del día, dejando esta como la menos importante, incluso están los que consideran que no tiene ningún sentido pues de todas formas la vamos a destender en la noche.
Desde niños nos enseñan a ordenar la cama, pero poco sabemos de su importancia. Pareciera una tarea doméstica más, sin embargo, genera muchos beneficios más allá de simplemente tener un dormitorio limpio.
Ordenar la cama nos ayuda a comenzar el día de una manera organizada que a su vez nos prepara para aprovechar mejor el resto de la jornada, según explica en su libro, William H. McRaven, un almirante retirado de la marina estadounidense y excanciller del Sistema Universitario de Texas.
Haz tu cama: pequeñas cosas que pueden cambiar tu vida... ¡y tal vez el mundo! se denomina el libro, donde explora la teoría de que cumplir con esta tarea en la mañana nos prepara para el éxito.
De acuerdo a ello, ordenar la cama nos hace sentir que ya logramos al menos una cosa en el día y, por consiguiente, nos motiva a tener más éxitos durante la jornada y así convertimos nuestro día a día en una vida organizada, exitosa, responsable y balanceada.
Sobre esta teoría se realizaron algunos estudios principalmente basados en testimonios anecdóticos que destacan que ordenar la cama tiene ventajas como generarnos un sentimiento de logro, mejora nuestra calidad de sueño y organización, nos produce sensación de calma, concentración más profunda y reduce el estrés.
Estas investigaciones comprueban que llevar una vida organizada y sin distractores ayuda a la productividad, la concentración y la disminución del estrés, es decir, contribuye a nuestro bienestar emocional. En personas mayores, se descubrió que vivir en un entorno limpio mejora las funciones del cerebro, así como la calidad de vida.
Sin embargo, el desorden impide el procesamiento de información, lo que conlleva a que las personas desorganizadas sean menos propensas a ordenar su cama, y las organizadas tienden a controlar mejor sus impulsos y son más conscientes y orientadas a cumplir con sus metas.
Además el hecho de no hacerlo genera un impacto en nuestra calidad de sueño. Dormir mal afecta la salud, la capacidad de reaccionar de forma rápida y creativa y de resolver problemas. Entonces, si ordenamos nuestra cama mejoramos la calidad del sueño.
Una cama bien ordenada envía señales al cerebro que es momento de empezar el día, y en la noche, hace que ir a dormir sea más placentero, ya que la higiene del sueño incluye cualquier cosa que distraiga a la hora de descansar, tales como el ruido, el estrés, la luz, y el desorden.