El estrés es un mecanismo de respuesta cuando estamos ante un exceso de situaciones que superan nuestros límites y puede manifestarse de diferentes formas, tanto en el cuerpo como en la mente. Te contamos cuáles son los síntomas más frecuentes.
¿Quién no se denominó alguna vez estresado o escuchó a otra persona decirlo? pero debemos tener en cuenta que estar estresado no es lo mismo que sentirse cansado. El estrés se presenta cuando las dificultades se acrecientan y las exigencias de nuestro entorno son mayores a nuestras posibilidades.
Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera sustancias químicas llamadas hormonas, que se ponen en alerta y actúan afectando la salud. De esta manera el estrés va avanzando a través de dolores de cabeza, insomnio, irritabilidad, e incluso mostramos un bajo rendimiento en nuestras actividades.
Si el estrés no se controla puede contribuir a otros problemas de salud, tales como la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas, la obesidad y la diabetes. Normalmente pensamos que se trata de alguna enfermedad, y sin embargo, es el estrés que está avanzando a pasos agigantados en nuestro organismo.
Además, debilita la capacidad de nuestro cuerpo para combatir contra los gérmenes, sentimos dolores en el estómago o dificultad para digerir los alimentos, estamos tristes, enojados o con molestias. Cuando el estrés continúa, nuestro organismo actúa como si siempre estuviera en peligro, lo cual representa una gran cantidad de tensión que puede influir en el desarrollo de la depresión y ansiedad.
Para muchas personas es posible acostumbrarse a los síntomas del estrés sin darse cuenta que existe un problema, por eso es importante conocer cómo se manifiesta y qué podemos hacer al respecto.
Controlar el estrés
Existen maneras de contrarrestar los efectos del estrés si tomamos medidas adecuadas. Algunos médicos recomiendan hacer actividad física con regularidad, practicar técnicas de relajación como respiración profunda, meditación, yoga, taichi o masajes, tratar de mantener el sentido del humor, y pasar tiempo con la familia y los amigos.
También es importante reservar tiempo para pasatiempos, como leer un libro o escuchar música, dormir lo suficiente y llevar una alimentación saludable y equilibrada. Hábitos como navegar en internet por horas, o conectarnos a otros dispositivos electrónicos antes de dormir solo aumentan más el estrés, por eso debemos intentar evitarlos.