Muchas veces nuestras metas quedan sin efecto con el paso del tiempo. Para que eso no suceda es importante hacer un tablero que mantengan vivos nuestros deseos y logremos cumplirlos.
El visual board es un término en inglés que significa tablero de visión y se utiliza como técnica de planificación para tener presentes nuestros sueños, objetivos y metas. También se lo conoce como Mapa de Sueños, Dream Board o Tablero de los Sueños.
Se trata de reunir en un mismo espacio todo aquello que queremos cumplir, para que verlo diariamente nos motive e inspire a enfocar nuestras acciones en hacerlos realidad.
A este método se le considera una excelente forma de proyectar la vida que nos gustaría vivir y la persona que quisiéramos ser, ya que al colocar el tablero en un lugar visible de nuestro hogar, nos recordará nuestros deseos día a día. Puede incluir imágenes recortadas de revistas, fotografías y frases.
Aunque no existe una investigación específica que compruebe su efectividad, el portal Psychology Today a través de algunos ensayos, resalta que su elaboración genera una alianza entre la mente consciente y subconsciente, porque es creado desde el primero y se comienza a trabajar por ello con lo segundo.
Además, al poner en práctica esta herramienta también imaginamos cómo sería un futuro positivo para nosotros, y así se aumentan nuestras emociones positivas y optimismo, lo que generalmente incrementa nuestras oportunidades y posibilidades de avance.
Pasos para hacer un tablero de visión
1. Primeramente realizamos un listado de nuestros sueños, objetivos y metas. Luego recopilamos las imágenes que representan cada uno de nuestros deseos.
2. Es importante contar con un material base, como cartulina, isopor, papel sulfito o madera, para ir pegando cada recorte, fotografía y frase. Es clave dejarse llevar por la imaginación para decorarlo lo mejor posible.
3. Por último, elegimos un lugar de la casa donde su visualización sea más fácil, así no solo nos recordaremos día a día a trabajar por ello, sino también si existe alguna idea podremos agregarla de inmediato.
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Sueños… siempre los sueños
- Ricardo Rivas
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
El Día Mundial del Sueño se celebra el viernes anterior al equinoccio de otoño, en el hemisferio sur, para concienciar sobre la importancia de un sueño saludable para mejorar la calidad de vida. No obstante, todo indica que crece el número de hombres y mujeres que dicen tener problemas para dormir.
“I have a dream...” (Yo tengo un sueño). Esas cuatro palabras resonaron con la fuerza de millones de personas que forzaron sus gargantas para hacerse oír en aquel mundo de entonces que era mundial y para nada global. Washington era el lugar desde donde Martin Luther King Jr. se hizo escuchar en el nombre de todas y todos aquel 28 de agosto de 1963.
El sol caía a plomo. El verano sofocaba. Entre 200 y 300 mil personas rodeaban el monumento a Abraham Lincoln. Los derechos civiles era el sueño. El reverendo King lo sabía y lo dijo, pero era lo que cada oprimido y oprimida soñaba para poner fin a la histórica violación masiva de los derechos humanos en los Estados Unidos, donde negros y blancos no eran sujetos sociales en condiciones de igualdad ante la ley.
Los supremacistas blancos padecían y padecen aquellas palabras como pesadilla. “Sueño”, para la Real Academia Española (RAE), es una “cosa que carece de realidad o fundamento, y, en especial, (es un) proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse”.
¿Será así? Claramente, definir, significar o, más aún, producir sentido son cosas bien diferentes. Pero sueño también es el “acto o la gana de dormir”... o acaso son aquellos “sucesos o imágenes que se representan en la fantasía de alguien mientras duerme”. La palabra siempre presenta y (re)presenta. Por ello, sueño también puede ser “proyecto, anhelo, deseo, aspiración, ensueño”. Los sueños son una suerte de constante en la historia de la humanidad que, pese a todo, no deja de soñar ni de soñarse. No existe “ensueño angustioso y tenaz” alguno que pueda con los sueños. Que pueda derribarlos.
PESADILLAS
Si se llama pesadilla a la “presión del corazón y dificultad de respirar durante el sueño”, sin miramiento alguno me animo a significar el sueño como una forma de hiperoxia vinculante con el buen dormir que en modo alguno tiene sinonimia con la idea de dormir bien. Los sueños atraviesan las civilizaciones. Casi veinte años atrás, en el Museo de Antropología de Ciudad de México, un guía explicó que “para los mayas soñar era la apertura de un portal para llegar a otros mundos, donde estar más cerca de los dioses y de los ancestros”.
Aquel experto, mientras que con un grupo de colegas periodistas que en América Latina trabajábamos para la agencia de noticias Xinhua, recorríamos ese centro cultural y educativo, detalladamente, sobre la maqueta de una vivienda familiar como las que eran comunes en aquella civilización originaria, explicó que antes de dormir hombres y mujeres “limpiaban exhaustivamente el lugar donde habrían de descansar. Inmediatamente después esparcían incienso de copal para que la recámara se purificara. Luego, en el punto exacto donde apoyarían la cabeza al acostarse –siempre orientada hacia el este, hacia la renovación que llega con cada amanecer– colocaban trozos de jade o de cuarzo para protegerse. Finalmente, en algún lugar de ese recinto, ofrendaban a los dioses con alimentos y/o bebidas”.
En la cultura maya, siempre según aquel experto cuyas palabras atesoro en la memoria, “el sueño es el momento preciso en que el cuerpo se separa del espíritu para vivir una vida completa, mantenerse vivos y ver con el alma aquello que no es posible de entender con la mente”.
PRÁCTICA SOCIAL
En ese contexto, describió como una práctica social milenaria en los pueblos mayas el “preguntar cada mañana si soñaste”. Explicó también que “a niñas y niños se los alentaba para que soñaran y, más aún, para que contaran sus sueños porque pueden traer anuncios que el pixán (espíritu en maya yucateco) desentrañará para saber sobre el futuro cercano”.
¿Tenían pesadillas?, pregunté. “Sí, y las interpretaban como una llamada de atención para limpiar el pixán, para sanar, para alejarse de lo malo que hubo, que hay o podría haber en el entorno familiar o personal”.
Sueños… siempre los sueños. Alguna vez, durante una sobremesa en Oslo después de compartir un exquisito estofado de reno con colegas periodistas y luego de repetidos skål (expresión tal vez equivalente a salud en el instante de un brindis) cuando el descanso ya era una demanda física inevitable, un viejo y hospitalario mesonero explicó que en la cultura nórdica la creencia es que con algunos sueños se puede predecir el futuro y saber sobre el destino.
“Entre los vikingos –explicó también– el futuro se presenta como una especie de tapiz que en cada caso es tejido artesanalmente por las Nornas que, según la mitología, marcan el destino de hombres y dioses”.
Se cuenta por aquellas alejadísimas tierras para quienes habitamos en el sur del sur que culturalmente los sueños se asumen como vías de comunicación con otros mundos, con deidades, con antepasados, con espíritus diversos que, en algunos casos y situaciones particulares, bendicen a quienes sueñan.
REVELACIÓN ONÍRICA
“Desde siempre se cuenta que Bjorn, uno de los pioneros en Islandia, obviamente campesino y colono, durante un sueño recibió el mensaje de un espíritu que le aseguró prosperidad para él y su pueblo. Inmediatamente, decidió quedarse allí con su rebaño de cabras y, desde entonces, es conocido como Goat-Bjorn”, explicó el mesonero.
Sueños... siempre los sueños. Entre los griegos Hýpnos (sueño), es hijo de Nix (noche) que lo concibió sin intervención humana junto con su hermano gemelo, Tanatos (muerte). Los que se conocen como poetas latinos aseguran que Sueño vive en una profunda caverna al interior de una montaña donde jamás llegan ni habrán de llegar los rayos del sol. De Nix también se asegura que engendró una multitud de Ensueños (óniros) –”a los que dio a luz sin acostarse con nadie”– y conforman una “tribu alada de mil hermanos que duermen plácidamente en una caverna ubicada en el inframundo”. Sueños… siempre los sueños.
No fue un día más el viernes que pasó. Definitivamente, no. Desde su inicio. Exactamente a las 6:48 de esa mañana, salió el sol. Un par de calandrias, sin embargo, cantaban desde unas dos horas antes desde las ramas de un enorme cedro azul que reina en el parque de Posta Tachuela, en el barrio La Florida de Mar del Plata, unos 1.725 kilómetros al sur de mi querida Asunción. Por ellas estaba bien despierto. Un rato después, Alexa me confirmó, como lo hace cada día, que la llegada del otoño parece adelantarse. Unos segundos después me recordó que cada 14 de marzo –desde 2008– es el Día Mundial del Sueño.
Desde la pantalla del teléfono inteligente Constanza Cilley, directora ejecutiva de la consultora Voices, después de contarme y aportar información sobre los resultados de una encuesta de alcance global para saber cómo duermen los que duermen en nuestra insomne aldea global, me dice que “los datos (recolectados en este país) reflejan una realidad preocupante (porque) el 66 % de la población (argentina) admite que ha sacrificado horas de sueño por el uso de pantallas” y puntualiza que ese dato “nos ubica entre los países más afectados por este fenómeno en el nivel global”.
Dejé de escuchar a las calandrias que, a pesar de mi desatención, continuaban con el gorjeo porque, como lo aseguraba doña Juanita, nuestra querida abuela, “nos avisan que pronto cambiará el tiempo y hará frío”. La ciencia la desmiente, pero, así y todo, el viernes último, junto con el canto del sinsonte, la temperatura se desplomó.
INTERFERENCIA EN EL DESCANSO
Cilley precisa en su reporte que la afectación en el sueño “es particularmente alarmante entre las mujeres y los jóvenes de entre 18 a 24 años, ya que son quienes presentan los mayores niveles de impacto” y enfatiza que con “urgencia (es necesario) generar mayor conciencia sobre los efectos (que el) uso excesivo de la tecnología (afecta en) el descanso y (por ello es preciso) promover hábitos más saludables para mejorar la calidad del sueño”.
El #DiaInternacionalDelSueño fue impulsado por la Asociación Mundial del Sueño (WASM) para, justamente, concienciar sobre la relevancia que tiene un sueño saludable para mejorar la calidad de vida.
“El sueño es fundamental para el bienestar general, pero nuestros hallazgos muestran que cada año más personas están teniendo dificultades para dormir”, sostiene Richard Colwell, presidente de Worldwide Independent Network (WIN), quien además en tono de advertencia precisó que “el aumento de los problemas de sueño es una señal de alerta que no debe ser ignorada” porque, después de entrevistar a 34.946 personas en 39 países, asegura que “la calidad del sueño está en declive” y que esa situación es “una preocupante tendencia global”. Todo indica que crece el número de hombres y mujeres que dicen tener problemas para dormir. Voices y WIN reportan que “el 62 % de las personas afirman que duermen bien en la edición 2025 de la encuesta global. Esto quiere decir que lo hacen “siempre/ con mucha frecuencia o regularmente”.
Por su parte, quienes dicen tener problemas para dormir “aumenta constantemente” y detalla que “en los últimos cuatro años la secuencia es desde el 35 % en 2021 hasta el 38 % en 2025 entre entrevistados que manifiestan que rara vez, casi nunca o nunca duermen bien”.
TENDENCIA PREOCUPANTE
Las y los analistas consideran que se trata de una tendencia “especialmente preocupante” porque “en 35 de los 39 países analizados, más de una cuarta parte de la población dice tener problemas de sueño”.
En ese contexto, destacan que “Hong Kong registra el indicador más alto con un alarmante 59 % de personas con mala calidad de sueño, seguido de Chile (56 %), Brasil (52 %) y Turquía (51 %)”.
Por el contrario, resaltan que “solo cuatro países presentan menos de un cuarto de su población con dificultades para dormir” y detallan que son ellos “Indonesia (23 %), Paraguay (19 %); Vietnam (15 %) e India (15 %)”.
A la hora de buscar las causas de esos indicadores sociales, las y los pesquisantes coinciden en que “el mal descanso es un problema que afecta a todos los segmentos sociodemográficos en todos los países”, aunque “ciertos grupos (aparecen como) más vulnerables” porque “los factores sociales y personales influyen en la calidad del sueño” por múltiples causales. la hora de buscar las causas de esos indicadores sociales, las y los pesquisantes coinciden en que “el mal descanso es un problema que afecta a todos los segmentos sociodemográficos en todos los países”, aunque “ciertos grupos (aparecen como) más vulnerables” porque “los factores sociales y personales influyen en la calidad del sueño” por múltiples causales.
“El desempleo –se ejemplifica en el reporte al que tuvo acceso #ElGranDomingo– tiene un impacto significativo” porque “el 47 % de las personas sin trabajo responden que tienen problemas para dormir bien”.
La información además da cuenta de que son “las mujeres, las personas de entre 35 y 64 años y aquellas con menor nivel educativo las que responden que tienen un descanso más deficiente”.
COMBINACIÓN COMPLEJA
Por todo ello, el informe de Voices y WIN sugiere que “la calidad del sueño está determinada por una combinación compleja de factores sociales, económicos y personales”, por lo que “se hace necesario analizar más profundamente sus causas”. Pero, más allá de tal sugerencia, entre los motivos del problema puntualizan que se encuentra “el tiempo frente a las pantallas (que señalan como) un factor clave en la falta de sueño” porque “la mitad de la población mundial (52 %) reconoce que se ha quedado despierta hasta tarde usando el teléfono o la computadora siempre/con mucha frecuencia, regularmente o a veces”.
Asimismo, destacan que en el segmento social que se constituye “entre los jóvenes de 18 a 24 años, las cifras se disparan (porque) siete de cada diez consultados admiten que se desvelan por el uso de la tecnología siempre, con mucha frecuencia, regularmente o a veces”.
Consignan como dato “curioso” que “este comportamiento se incrementa con el nivel educativo”. La pesquisa global concluye que “en 28 de los 39 países analizados, no menos de la mitad de la población consultada declara que su calidad de sueño se ve afectada por la tecnología” y detalla que los más afectados son Marruecos (78 %), Chile (77 %), Malasia (72 %), México e India (69 %), Grecia (68 %) y Argentina (66 %)”, por lo que sugieren como “urgente necesidad” desarrollar políticas públicas para “monitorear la relación entre el uso de la tecnología y la salud del sueño, especialmente en las generaciones más jóvenes”.
Sueños… siempre, desde siempre, los sueños. Aunque con algunas novedosas interpretaciones que, en ciertos casos, procuran ser motivacionales. John Baldoni, educador y entrenador ejecutivo que interviene en el desarrollo de los liderazgos, habla y diferencia entre sueños y visiones. Explica que “si bien las visiones se componen de sueños, los sueños no son visiones (porque) son fantasías (en tanto que) las visiones son directrices”. Y va por más. Define que “los sueños son divagaciones de la imaginación”; los describe como “nubes imaginarias en el cielo” y, desde esa percepción, sostiene que “las visiones son esfuerzos planificados para lograr el cambio (que) ocurren (tanto) a nivel personal (como) organizacional”.
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Planificando el 2025
Por: Gabriela Teasdale
Presidenta de la Fundación Transformación Paraguay
Arranca un nuevo año y me encantaría que todos podamos ser honestos y bien realistas con relación a nuestras metas, porque cuando empezamos a soñar, es fácil caer en ambiciones poco tangibles que pueden conducirnos al fracaso. Para cumplir nuestros objetivos, primero debemos enfocarnos en nuestro crecimiento personal. No hay mejora o avances si nosotros no estamos preparados, si no hay espacio para lo nuevo, si seguimos estancados en el pasado, poniendo excusas, quejándonos constantemente y teniendo hábitos que no suman.
Para que podamos cumplir con las metas trazadas tiene que haber mucha coherencia con nuestra forma de pensar, hablar y actuar. Los resultados llegan cuando nuestros valores y hábitos están alineados a nuestros objetivos.
Por eso sería bueno que antes de proponernos cualquier nuevo objetivo podamos observarnos a nosotros mismos para saber cómo nos encontramos en este momento: ¿Cómo nos sentimos? ¿Cuál es el balance del año que acabó? ¿En qué debemos poner nuestra mirada después de todo lo vivido? Tratemos de ordenar nuestra mente, analicemos los desafíos y obstáculos que tuvimos durante el camino, lo que logramos y lo que no se pudo conseguir por alguna razón. Tenemos que aprender a darle sentido a cada paso que damos.
No importa si esos pasos son pocos y si son pocos, porque tampoco se vale andar a las corridas. Lo importante es trabajar en lo esencial, en eso que de verdad vale para cada uno de nosotros. Porque nadie quiere terminar frustrado, enfermo, con estrés o perdiendo relaciones detrás de una lista interminable de metas. Entonces, trabajemos en objetivos que tengan significado, no en los que al final del día nos generen más vacío que otra cosa. Analicemos nuestras ambiciones y si esas aspiraciones son sólo para beneficio personal o van más allá.
Hoy quiero compartir contigo cómo trabajo en mis objetivos para el nuevo año, siguiendo un enfoque estructurado que se alinea con mis enseñanzas y las estrategias que he compartido con clientes y lectores a lo largo de varios años. Así es como lo desarrollo:
Reflexión: Empiezo por reflexionar sobre el año pasado, teniendo en cuenta tanto mis éxitos como las áreas en las que no logré avanzar. Esto me ayuda a entender qué funcionó, qué no y qué necesito cambiar.
Clarificación: Aclaro mis objetivos haciéndolos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos determinados). Esto garantiza que mis objetivos estén bien definidos y sean viables.
Proceso de preguntas diarias: Utilizo un proceso de preguntas diarias para hacerme responsable. Me hago una serie de preguntas todos los días que reflejan mis valores y objetivos. Esto me ayuda a mantenerme centrada en lo que es importante y a hacer un seguimiento de mi progreso.
Retroalimentación y coaching: Busco la retroalimentación de los demás y trabajo con un coach para obtener una perspectiva externa. Esto me ayuda a mantener el rumbo y hacer los ajustes necesarios a mis estrategias.
Persistencia: entiendo que alcanzar las metas es un proceso que requiere un esfuerzo constante. Me preparo para los contratiempos y los veo como oportunidades de aprendizaje en lugar de fracasos.
Celebro el progreso: celebro mis microvictorias a lo largo del camino para mantenerme motivada y reconocer el progreso que estoy logrando hacia mis metas más grandes.
Al seguir estos pasos, trabajo en mis metas de manera disciplinada y enfocada, lo que aumenta mis posibilidades de que el nuevo año sea exitoso.
Espero que vos también puedas construir intencionalmente tu proceso. Recuerda que los logros requieren visión, enfoque, un mapa claro y ¡mucha determinación!
Y espero, de corazón, que en este 2025 todos podamos dar pasos significativos para alcanzar las metas propuestas, con la confianza suficiente de estar transitando por el camino correcto.
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PGN: instan a fomentar el presupuesto por resultado para mejorar gasto público
Mañana viernes se presenta el proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2025. Desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no dieron cifras exactas, pero se estima que para el próximo ejercicio fiscal aumentará el presupuesto en un 10 % respecto al plan de gastos del 2024 (G. 116,5 billones).
Desde la óptica del analista económico Víctor Pavón, el gobierno y futuros gobiernos deben dejar de lado la práctica continua de tener un presupuesto con crecimiento vegetativo, es decir, que cada año se de un aumento. Afirmó en que se le debe dar énfasis al presupuesto por resultado para mejorar la calidad del gasto público y que se llegue a la meta establecida por cada cartera.
“Para armar un presupuesto debe haber una suerte de simbiosis entre el criterio técnico y político. Yo creo que debemos tener un PGN basado en resultados, que tiene dos componentes, trazarse una meta y luego evaluar si llega a lo establecido”, expresó Pavón en el programa “Arriba hoy” de canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Enfatizó en que la evaluación es fundamental, porque son los mismos ministros y directores de cada ente los que deben analizar si ejecutan el presupuesto que les fue asignado cada trimestre. “Cuando se evalúan los objetivos y se ve que no se lograron, no se les da más el dinero que piden, porque no cumplen con las metas. Eso determina una mejoría en el gasto público”, explicó.
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Las prioridades del Gobierno deben estar acorde a lo que dicta la Constitución Nacional, salud, educación, seguridad, señaló Pavón, recordando que el PGN no es financiado con dinero ajeno, sino del contribuyente, por lo cual el Estado debe garantizar su buen uso y devolver correctamente, con buenas inversiones.
“El combustible, lápiz y salarios de los funcionarios es proveniente del dinero de la gente, esa expresión del PGN tiene que tener una negrita: prepuesto de las personas, porque se financian con dinero de los contribuyentes”, apuntó el analista económico.
Déficit
Pavón hizo hincapié en que el Estado no debe ser quien promueva una dinamización económica, sino el sector privado. Mencionó que esta es una teoría elaborada por el economista inglés Maynard Keynes, que afirma que el gobierno siempre debe tener inflación y déficit “para que se mueva”, pero que termina siendo perjudicial para todos.
“La realidad es que esa formula es un círculo vicioso, perjudicial y no le beneficia a la gente. Todo se debe ordenar primero, cuando se llegue al tope de responsabilidad fiscal, y volver a dar con alianzas público-privadas el dinero para que se lleven a cabo las construcciones. La noción de que desde el Estado debe dinamizar en la economía es una falacia. Tenemos que tener un déficit bajo y el sector privado dinamizar los recursos”, aseveró.
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Palabras que llevan “el peso de sueños y esperanzas”
“Ajustando detalles para mi primer informe de gestión ante el Congreso de la Nación, de frente al gran pueblo paraguayo”, comentó el presidente de la República, Santiago Peña, el domingo, a través de la red social X, el día antes del discurso que dirigirá a la ciudadanía para presentar su primer informe de gestión presidencial, hoy a las 20:00.
“Cada palabra lleva el peso de sus sueños y esperanzas. Hemos recorrido un camino lleno de desafíos y seguimos avanzando con determinación hacia un futuro más justo y próspero. Gracias por su confianza y apoyo. ¡Seguimos construyendo el Paraguay que todos soñamos!”, anticipó el mandatario.
El informe del presidente de la República, que se transmitía habitualmente por la mañana, esta vez se emitirá en un inédito horario nocturno con el objetivo de “que el mensaje llegue lo más directo posible y sin intermediarios para la gran mayoría de los paraguayos que están interesados en saber qué es lo que estamos haciendo y qué es lo que creemos que va a ocurrir en los próximos años”, dijo el presidente.
El Congreso Nacional inaugura hoy un nuevo periodo parlamentario, con la renovación de autoridades. La nueva mesa directiva estará integrada por el senador Basilio Núñez, presidente; y los senadores Ramón Retamozo y Dionisio Amarilla como vicepresidente. Núñez fue electo como presidente de la Cámara de Senadores y del Congreso Nacional, en marzo pasado, para el periodo legislativo comprendido del 1 de julio de 2024 al 30 de junio de 2025.