Forma parte de la lista “medicalimentos” gracias a su alto contenido en potasio que contribuye a mejorar la circulación sanguínea y a combatir la hipertensión.
Esta fruta de origen exótico funciona como remedio natural para combatir la hipertensión, una de las enfermedades más padecidas en el mundo, que afecta a aproximadamente a un tercio de la población.
Su consumo forma parte de las recomendaciones de los médicos del Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre de Estados Unidos, por su alto contenido en potasio que logra controlar los niveles de presión arterial y favorece la buena circulación sanguínea.
La piña integra la lista de los denominados “medicalimentos”, un nombre compuesto que hace referencia a todos aquellos que además de ser nutritivos, ayudan a combatir o prevenir enfermedades, de la misma manera que lo hacen muchos medicamentos.
Contiene una gran variedad de sustancias y nutrientes como: las vitaminas C, A, B1, ácido fólico, hierro y magnesio. También se destaca por su gran contenido de agua y fibra, así como su escaso aporte de calorías.
Además, es una fruta con potente efecto diurético, que ayuda a eliminar el exceso de agua del organismo a través de la orina, y contribuye a la buena digestión porque estimula la producción de jugos gástricos.
Otros beneficios de la piña para la salud
Contribuye a desintoxicar el cuerpo, mantener saludable y limpio el hígado. Su potente acción antiinflamatoria trata los problemas reumáticos o tendinitis, así como cualquier otro tipo de inflamación que se pueda presentar en el cuerpo.
Es una de las tantas frutas que propicia la pérdida o control del peso, porque sus fibras generan un efecto de saciedad que previene el consumo excesivo de comida. A su vez, combate la anemia porque al impulsar el proceso de absorción del hierro, eleva la hemoglobina del cuerpo.
Las propiedades de la piña le hacen actuar como cicatrizante de heridas o úlceras que se producen en la piel, además de que sus antioxidantes contrarrestan a los radicales libres que pueden afectar el buen estado de las células.