Volverse adulto y no haber alcanzado cierta estabilidad produce frustración. Por eso, si estamos dispuestos a cambiar esa realidad, lo que nos mueve ¿es el temor o el amor? La película musical Tick, Tick... Boom! nos empuja a pensar en la respuesta.
Por: Micaela Cattáneo
A cualquier edad, pero especialmente en los años previos a cumplir 30 sentimos la presión de que el tiempo “se acaba” para alcanzar lo que consideramos “éxito” en nuestra vida.
A través de la historia de Jonathan Larson, quien fuera uno de los dramaturgos musicales más importantes de Broadway, la película Tick, Tick... Boom! invita a reflexionar sobre el significado que le damos al tiempo (valga la redundancia) “todo el tiempo” y cómo dejamos que este digite nuestra vida.
Tick, Tick... Boom! se basa en el musical autobiográfico de Jon (Jonathan Larson), un aspirante a compositor de obras teatrales, próximo a cumplir 30 años, que trabaja de camarero en Nueva York, mientras, abrumado por la ansiedad de la edad, escribe el que considera será el próximo gran musical de Broadway.
En ese transitar, además de lidiar con la presión de crear algo genial antes de que sea demasiado tarde, se enfrenta a los vaivenes del amor y la amistad.
Lin-Manuel Miranda debuta como director en este musical protagonizado por Andrew Garfield, quien interpreta sin huecos la crisis que Larson vivió a esa edad, un tema universal que hace que el espectador se sienta identificado inmediatamente y se haga preguntas de principio a fin.
La narrativa despega cuando uno de los mejores amigos de Larson le pregunta si busca cumplir sus sueños por “temor o amor”, y es la búsqueda de su respuesta las que nos interpela sobre si vale la pena desvivirse por alcanzar la gloria antes de una determinada edad.
Quizás, las 1 hora y 55 minutos de duración del filme no sean suficientes para encontrar nuestra respuesta a esa pregunta, pero sí para permitirnos soñar más allá del momento en el que estamos y sobre todo para dar espacio a las dudas, porque como bien lo expresa la actriz que interpreta a la novia de Larson, estas parecen “un buen lugar para empezar”.