El cambio climático golpea cada vez más fuerte, los recursos renovables parecen agotarse, el planeta pide a gritos un cambio, y tal vez un hábito pequeño, al alcance de nuestro plato, pueda marcar una gran diferencia. ¿Sabías que si dejás de comer carne un día estás ayudando al mundo?

Por: Natalia Delgado

Meatless Monday o “Lunes sin carne” es un movimiento que nació en Estados Unidos en el 2003. Tiene como finalidad incentivar a las personas a dejar de consumir alimentos de origen animal durante un día de la semana, por el bien de la salud y del planeta. En la actualidad, esta iniciativa se extendió a nivel global.

¿Porqué dejar de comer carne una vez a la semana?

El consumo de carne tiene varios beneficios para la salud, la OMS lo reconoce, pero también afirman que su ingesta en exceso está vinculada a varias patologías, como la diabetes, las afecciones del corazón, el cáncer colorrectal y otras enfermedades.

Por otro lado, la producción agroalimentaria utiliza 100 veces más agua de lo que se destina para fines personales. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FOA), 1 kilogramo de carne requiere entre 5.000 y 20.000 litros de agua, lo que implica un impacto enorme en el medio ambiente.

¿Por qué lunes y no otro día de la semana?

Las personas tienden a iniciar cambios positivos los lunes. “El lunes empiezo a entrenar” o “el lunes empiezo la dieta”, esta tendencia se generaliza y se aplica a casi todas las áreas donde uno quiere mejorar y modificar la rutina, que con el tiempo y la repetición se convierte en un hábito.

¿Qué puedo comer los lunes?

Existen múltiples alimentos de origen vegetal que aportan igual o más proteínas que la carne. Por ejemplo: las legumbres, como la lenteja, porotos y garbanzos. Asimismo, los frutos secos como el maní, las almendras y el pistacho. También la soja y la avena.

Las verduras como el brócoli, la espinaca, los espárragos, el aguacate y el coliflor son otras opciones para esos días en que decidas cambiar la dieta.

Un pequeño cambio personal puede parecer insignificante al momento de pensar en un beneficio para el planeta, pero analizándolo bien, si todos implementáramos este hábito, el impacto positivo sería enorme. Y vos ¿te animás a probarlo?

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