El museo del Louvre en París, el mayor del mundo, registró en 2021 una nueva caída de visitantes a causa del Covid-19: del 70% respecto a 2019 (año anterior al inicio de la pandemia), casi las mismas cifras que en 2020 (-72%).

La recuperación de la afluencia de público empezó a notarse a finales de año, pero con la llegada de la variante ómicron y la reimposición de restricciones vuelven las incógnitas al mundo cultural francés.

El Louvre permaneció cerrado durante cinco meses en 2021 (del 1 de enero al 19 de mayo) a causa de la crisis sanitaria. En todo el año, recibió 2,8 millones de visitantes, es decir 100.000 más que en 2020, pero una caída abismal respecto a los 9,6 millones de 2019.

En 2018, el Louvre registró su récord de público: 10,2 millones de personas.

El museo, que alberga entre otros la Gioconda de Leonardo da Vinci, abrió 194 días en 2021. A partir de octubre, la afluencia empezó a normalizarse, y en dos meses (octubre y noviembre) recibió más visitas que durante el verano boreal de 2021.

En 2020, estos visitantes fueron mayoritariamente franceses (61%). El 28% eran parisinos.

Por nacionalidades, la afluencia fue la siguiente: 6,2% estadounidenses, 6% alemanes, 4,4% italianos, 4% españoles, 3,2% holandeses, 2,1% británicos y 2,1% belgas. Las visitas procedentes de países asiáticos son casi inexistentes.

El 20% de los visitantes tenía menos de 18 años (la entrada es gratuita para jóvenes franceses y de la Unión Europea).

La caída de la afluencia supuso una drástica reducción de ingresos, de 80 millones de euros (unos 90 millones de dólares) menos respecto a 2019.

El Estado francés le entregó al Louvre 110 millones de euros (124 millones de dólares) en total, para compensar esas pérdidas y para relanzar las actividades del museo. Otros 6 millones de euros (6,7 millones de dólares) llegarán en 2022, precisa la entidad.

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