La psoriasis es una enfermedad inflamatoria inmunomediada que se manifiesta por la presencia de manchas rojas y escamosas, habitualmente en cuero cabelludo, codos y rodillas; también pueden afectar a las articulaciones y a las uñas.
Es una patología frecuente, que si bien no conduce a un riesgo de vida para el paciente, sí tiene un impacto en la calidad de vida, ya que puede acarrear problemas a nivel personal, laboral, psicológico, debido a que muchas veces afecta a áreas visibles del cuerpo que causan de por sí emociones negativas.
“Cuando las lesiones son visibles existen ciertos estigmas, las personas preguntan o piensan que es contagiosa, pero la psoriasis no se contagia, por eso es importante concienciar sobre esta patología para desterrar los mitos que se tienen en relación a ella”, explicó la doctora Romina Contreras, especialista de la Cátedra y Servicio de Dermatología del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA.
Por eso, ella trabaja en explicar a las personas que la psoriasis tiene tratamiento. Si bien no se cura como la mayoría de las enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes, existen tratamientos eficaces que se ajustan a la necesidad de cada paciente.
Según su relato, la psoriasis no tiene predisposición por sexo, puede aparecer tanto en niños como en adultos. A veces, en un 30 a 40 % de los casos, puede afectar las articulaciones, convirtiéndose en una artritis psoriásica.
“Es importante tener en cuenta esta posibilidad, porque la artritis puede ser destructiva y ocasionar daños irreversibles a largo plazo. La artritis psoriásica es una enfermedad que se trata en conjunto con el reumatólogo y necesita un tratamiento más intensivo que la psoriasis en placa normal”, advirtió.
El diagnóstico de esta patología es clínico, mediante la consulta con un dermatólogo que se encarga de la revisión de las lesiones y puede llegar fácilmente al diagnóstico. En ciertos casos, cuando el diagnóstico no es fácil, puede necesitarse una biopsia.
Tipos y tratamientos de psoriasis
Existen varias formas clínicas de psoriasis y la más común es en placa, que se manifiesta con las manchas grandes rojas y escamas. También hay otras formas psoriasis, como la guttata, psoriasis invertida, psoriasis pustulosa y la psoriasis eritrodérmica.
Al respecto, la dermatóloga indicó que existen múltiples modalidades de tratamiento de acuerdo a la extensión y gravedad que tenga la psoriasis en el paciente. Hay casos de psoriasis leve, psoriasis moderada y psoriasis grave.
El tratamiento puede realizarse con medicación tópica (es decir, de contacto) que habitualmente incluye cremas, lociones o ungüentos. También existe el tratamiento conocido como fototerapia, que consiste en la utilización de radiación ultravioleta que tiene efectos inmunomoduladores sobre lesiones inflamadas de la piel.
Asimismo, existe el tratamiento sistémico, que se realiza través de la medicación oral y se utiliza para la forma más grave de psoriasis. También están los fármacos biológicos, que son tratamientos con un mecanismo de acción más específico, ya que atacan las vías de la inmunidad que se han descubierto.