“La industria de la moda debe ser capaz de dejar atrás el despilfarro y prepararse para cambios tan profundos como abandonar el cuero de animales”, reivindica la modista británica Stella McCartney, que acudió como representante del sector en la COP26.
“Creo que soy una de las pocas diseñadoras de moda aquí. Y tristemente somos una de las industrias más nocivas para el medio ambiente”, explicó en una entrevista hecha en Glasgow.
Hija del famoso cantante Paul McCartney de los Beatles, Stella empezó hace treinta años en el sector de la moda. Vegetariana, llegó dispuesta a no trabajar con artículos de cuero, y lo consiguió, a pesar del escepticismo inicial de sus colegas.
El museo y galería de arte Kelvingrove de la ciudad escocesa le rinde ahora homenaje con una instalación en la que se muestran los materiales que la firma McCartney trabaja desde hace años, como el micelio, una materia directamente extraída de hongos, para reemplazar la piel, con la que se pueden fabricar zapatos o bolsos. O el NuCycl, una tecnología capaz, según sus creadores, de reciclar infinitamente cualquier tipo de desecho textil, ya sea natural, como el algodón, o artificial, como el poliéster.
“Vine aquí para mostrar el futuro de la moda y demostrarles a todos simplemente que hay otra manera de hacer las cosas, utlizando tecnología y nuevas empresas jóvenes”, indicó Stella McCartney.
Moda consciente
La moda es el tercer sector manufacturero en el planeta, y representa entre el 2 y el 8% de las emisiones de carbono, según cálculos del Instituto Mundial de Recursos (WRI).
Pero el gran desafío para esos nuevos materiales es vestir a miles de millones de personas, sin tener que gastar centenares de dólares en un producto, como sucede con colecciones como la de la diseñadora británica. “Eso espero. Esa es la intención. Creemos definitivamente que estas son soluciones viables, y que tan solo necesitamos atraer la atención mundial”, explica.
Cuando empezó, Stella McCartney causó sensación e incomodidad con un video de denuncia del tratamiento de animales en el mundo para la industria peletera. Esta semana volvió a presentar extractos del video en el museo en Glasgow, enmudeciendo a la audiencia. “Veinticinco años después, las cosas no han cambiado mucho”, explicó.
“Tenemos que hacer que la gente entienda que centenares de millones de animales son asesinados cada año para la industria de la moda. Creo que hemos llegado a un momento en el que nos estamos convirtiendo en irrelevantes de forma muy rápida y en el que, la generación X, Y o Z dejará de comprar moda ‘sucia’”, denuncia.
Stella McCartney empezó a los 25 años como directora artística de Chloé. En casi tres décadas ha visto pasar una infinita colección de estilos, de ropa, de discursos. “La gente se viste con ropa de moda un máximo de tres veces antes de tirarla. Y eso significa más de 500.000 millones de dólares de desperdicio. Para mi, eso es una oportunidad de negocios”, asegura, desafiante.
“Lo que digo es: traéme esa ropa desperdiciada y yo te demostraré cómo puedo hacer una sudadera totalmente a partir de deshechos”, dice.
Fuente: del texto de Jordi Zamora (AFP).