En entrevista con Marilé Unger para su programa Poderosas, la trabajadora de la educación y luchadora incansable por los derechos de la mujer y los adultos mayores, Rosa Bella Cáceres, contó su historia con la docencia y cómo esta la ha llevado a impulsar el desarrollo de las personas en la sociedad.

Por: Micaela Cattáneo.

A los 19 años salió por primera vez de su casa para construirse un camino en lo suyo: la docencia. Desde entonces, no ha hecho más que entregar su vida a los demás, como maestra y referente en la lucha por los derechos de la mujer y los adultos mayores, así como en su rol más importante, el de ser mamá.

“Pasé tantas cosas todos estos años, pero ahora con mucha satisfacción puedo decir que todas estas etapas fueron muy bellas”, comenta Rosa, quien no tiene problema en revelar sus 72 años de vida.

Rosa es reconocida por su extensa trayectoria en la educación, como docente de aula pero también como fundadora de escuelas primarias, centros de alfabetización de adultos, una escuela indígena y un colegio nacional. “Me inicié como maestra en Yby Yaú, una comunidad que estaba bastante alejada de donde vivía, más o menos a 500 km de mi casa”, recuerda sobre sus comienzos.

“No fue fácil irme a tan temprana edad de mi casa”, dice antes de abrir un espacio para compartir los aprendizajes que la fortalecieron en el proceso. “Siempre quise mi libertad en acción. Y la mente puede llevarte adonde querés, por eso la confianza en una misma es fundamental”, agrega.

Un espacio para las mujeres

Rosa Bella Cáceres fue integrante activa de la gestión y creación de la Secretaría de la Mujer (hoy convertida en Ministerio) de la Presidencia de la República en el año 1993. Fue su incursión en la política partidaria la que la llevó a compartir esta lucha con otras mujeres, de distintos ámbitos y diversos partidos; unión que fortaleció la concreción de este hito.

“La agenda primordial era el derecho de las mujeres, se buscaba la valoración y el protagonismo femenino en los espacios de decisión y en los políticos”, menciona sobre los temas por los cuales abogaban.

Con la creación de la secretaría cobró trascendencia además la lucha por el trabajo digno, el desarrollo de las mujeres en todos los ámbitos, y contra la violencia de género. “Siempre existió la violencia intrafamiliar, pero antes era un tabú contar si fuiste víctima. Gracias a que se empezó a hablar del tema y al trabajo que hicimos por erradicarla, las mujeres se animaron a denunciar a sus agresores”, reflexiona.

Durante cinco años trabajó incansablemente desde esta institución, encontrando en el proceso un valor primordial de la lucha colectiva: “el apoyo y la solidaridad entre mujeres es muy importante”.

Reivindicar a los adultos mayores

Rosa es actualmente, y desde el 2009, presidenta de la Asociación Central de Funcionarios Públicos y Docentes Jubilados del Paraguay. “Mi trabajo tuvo muchas aristas, y una de ellas es haberme involucrado en la reivindicación de los jubilados como personas mayores. Y esto implica hacer que sean reconocidos en la sociedad”, comenta.

Y agrega: “Veía a muchos adultos mayores jubilarse esperando solamente el final de sus vidas, entonces desde la asociación lo que quisimos hacer es estimularlos a participar de actividades que les permitan hacer algo positivo por sus familias y por sí mismos”.

Cáceres señala que los adultos mayores no están en la agenda pública del país, por eso considera tan importante la reivindicación de este segmento de la sociedad, “buscamos respeto hacia ellos, que se les otorgue lo que les corresponde (salud, alimentación, etc.), porque hay muchos que están abandonados o en situación de calle. Deben ser reconocidos como seres humanos que aún tienen proyectos de vida”, señala.

“Yo me jubilé a los 42 años y ahí empezó otra etapa de mi vida”, cuenta, y su imparable trabajo comunitario a favor de la educación y de los derechos humanos es un ejemplo claro de ello. “Es importante cultivar la empatía por las personas. Todo lo que hice, lo hice con mucha dedicación y vocación de servicio”, concluye Rosa, para quien sus tres hijos han sido su principal motivación. “Ellos fueron los artífices de mi vida”.

Mirá la entrevista completa en este enlace.


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