Aunque esta realidad suena todavía muy lejana, Microsoft, una de las compañías tecnológicas más importantes del mundo, ya la está imaginando.
Para la multinacional es hora de dejar atrás las contraseñas y expandir otros tipos de herramienta de seguridad, como el reconocimiento facial, la huella digital o el PIN.
Hace poco, la compañía habilitó el inicio de sesión sin contraseña para sus usuarios comerciales, pero ahora llevó esta característica a todos sus clientes. Y justamente, las tres formas anteriormente nombradas fueron sus aliadas para este nuevo método.
A través de dos aplicaciones, Microsoft Authenticator y Windows Hello, los usuarios de la empresa pueden ingresar a sus cuentas sin tener que colocar una clave de seguridad personal. La única excepción es el PIN, que a diferencia del reconocimiento facial o la huella digital, sí requiere de un código de verificación para loguearse.
La clave de este último es enviada al correo electrónico o al teléfono del usuario y le permite iniciar sesión en las distintas aplicaciones y servicios de la compañía.
“Los hackers no entran por la fuerza, sino que inician sesión”, sostiene Bret Arsenault, director de Seguridad de Microsoft. ¿Qué significa esto? Que las contraseñas débiles les facilitan hacer ataques a cuentas empresariales o de usuarios.
Según un estudio llevado a cabo por la compañía, actualmente se realizan 579 ataques de contraseña por segundo, es decir, 18.000 millones al año. Después de leer este dato, quizás no es tan mala idea imaginar un futuro sin contraseñas.