Almendras, nueces, avellanas, pistachos, etc., todos estos frutos secos son alimentos que aportan mucha energía y son ricos en grasas saludables y proteínas.
Ideales para revitalizar el organismo, se recomienda consumirlos de forma moderada, ya que por cada 100 gramos, aportan entre 100 a 180 calorías.
Los frutos secos son una fuente importante de minerales, aportan magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc y selenio. Además, realizan un gran aporte vitamínico, teniendo a las vitaminas B1, B3 y E como pioneras.
Asimismo, son buenos para la salud del corazón gracias a su contenido en grasas saludables, como el omega 6 y el omega 3, esencial para el funcionamiento del organismo.
Su proteína vegetal lo convierte en el alimento ideal para el consumo post-entrenamiento. De la misma forma, su fibra ayuda a controlar el apetito y regular el tránsito intestinal.
Los frutos secos, además de reducir los problemas cardiovasculares y el colesterol, ayudan a perder peso, fortalecen los huesos y músculos, aportan nutrientes para la piel y el cabello, favorecen al sistema nervioso y la memoria, y son una importante fuente de energía para el cuerpo.
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Una dieta equilibrada ayuda a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer
Mantener una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y pescado, así como una baja ingesta de sal, resulta beneficioso para la salud cerebral, ayudando a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer. Así lo indica el jefe del Servicio de Neurología del centro médico-quirúrgico Olympia Quirónsalud, el doctor Rafael Arroyo.
También asegura que la actividad física constante, como caminar, nadar o hacer yoga, no solo fortalece el cuerpo sino también el cerebro. Del igual modo, realizar actividades que ejerciten el cerebro, como leer, resolver crucigramas o aprender un nuevo idioma, puede ayudar a mantener la función cognitiva.
Asimismo, el especialista recomienda evitar el aislamiento social ya que la interacción social regular es clave para mantener el cerebro activo y saludable. Además, es esencial mantener controlada la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre ayuda a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer.
Además, se debe dormir lo suficiente pues el descanso adecuado es fundamental, ya que durante el sueño el cerebro elimina toxinas que pueden contribuir a la enfermedad. El doctor señala que estos hábitos no solo contribuyen a la prevención de dicha patología, sino que también mejoran la calidad de vida en general.
Por otro lado, el especialista ha desmontado algunos de los principales mitos que circulan sobre esta enfermedad ya que, asegura, que estos pueden desembocar en un diagnostico tardío y a que las personas afectadas no reciban el tratamiento adecuado en las primeras etapas de la enfermedad.
Entre los mitos más extendidos, menciona la creencia de que el Alzheimer es simplemente una consecuencia natural del envejecimiento. “El envejecimiento es un factor de riesgo importante, pero no significa que todos los ancianos desarrollarán esta enfermedad. Es una enfermedad específica, y su aparición depende de varios factores genéticos y ambientales”, subraya.
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Otro mito frecuente es que las personas que tienen familiares con esta patología están condenadas a desarrollarlo. El doctor aclara que, si bien los antecedentes familiares son un factor de riesgo, no necesariamente determinan el desarrollo de la enfermedad. “La genética juega un papel, pero factores como el estilo de vida y las condiciones de salud también son determinantes”, manifiesta.
Por último, el neurólogo destaca que “actualmente, se están desarrollando tratamientos que apuntan no solo a aliviar los síntomas, sino también a frenar el avance de la enfermedad” y que estos “abren puertas hacia tratamientos más eficaces”.
Fuente: Europa Press
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Dieta cetogénica: mitos, beneficios y el impacto en la salud
Por Valentina Jara.
En los últimos años, dietas como la keto o dieta cetogénica y low carb han ganado relevancia y popularidad entre las personas. Estas formas de alimentación consisten en una ingesta baja en carbohidratos, mediana en proteínas y rica en grasas. El objetivo principal de la dieta keto es inducir un estado metabólico llamado cetosis, en el cual el cuerpo, al tener escasez de carbohidratos para obtener energía, comienza a quemar grasas almacenadas y produce cetonas como fuente alternativa de energía.
Sin embargo, existe una gran cantidad de mitos y desinformación en cuanto a este estilo de vida, es por eso que desde La Nación/ Nación Media, conversamos con la licenciada Natalia Chaparro Fox, nutricionista especializada en la alimentación cetogénica.
“Me adentré en keto y low carb debido a una patología familiar. Quería prevenir que esta condición siguiera afectando a mi familia. Investigando más me empapé del tema, y era superinteresante y extraño porque no tenía nada que ver con todo lo que aprendí en la universidad. Al aplicarlo, fue impresionante el cambio”, nos comenta la licenciada sobre cómo llegó a estudiar estas dietas.
Chaparro explicó todos los beneficios que conlleva esta forma de alimentación: “Mejora desde las proporciones del cuerpo hasta la energía, cambia completamente la vida de quien lo aplica”. Según ella, la clave está en evitar alimentos refinados y procesados, siguiendo un patrón alimenticio más “mediterráneo”, donde se consumen productos naturales con el menor procesamiento posible.
Aseguró que uno de los mayores mitos sobre la dieta keto es que se comen sólo alimentos ultraprocesados y grasas. “Hay gente que aplica la dieta desde la desinformación, pero en un caso ideal se busca siempre el equilibrio, proteínas, verduras y frutas de todos los colores son bienvenidas”, indicó.
Además, enfatizó que la balanza no lo es todo, y que es fundamental enfocarse en la calidad de vida que nos ofrece nuestra alimentación. “Tenemos que olvidarnos de la balanza y empezar a mirar la cantidad de patologías que produce el no saber lo que estamos comiendo”. Señaló que incluso, existen trastornos psicológicos mal diagnosticados que tienen raíz en la alimentación y el estilo de vida.
Para ella, es crucial que los consumidores aprendan a leer los ingredientes de los productos más allá de las calorías o la información nutricional superficial. “Yo promuevo formar consumidores conscientes. Un juguito en polvo que te dice light, que se vende en el súper, ok 0 calorías, pero ¿a expensas de qué?, ¿de qué colorante, qué edulcorante y qué le está haciendo a mi cuerpo?
En cuanto a la ingesta de frutas, la licenciada considera que están sobrevaloradas y no deben considerarse una comida completa. “No son proteínas, no son grasas, a excepción del cacao y el aguacate. Yo no creo que las frutas sean malas, sino que es malo lo que hacemos con ellas. Es un complemento de la alimentación saludable, cualquier fruta, pero no es una comida completa”, explicó.
Por último, recalcó la importancia de inculcar una alimentación saludable y el ejercicio físico a los hijos desde temprano, subrayando que los niños aprenden más con el ejemplo que con palabras. “Al final del día los niños no recordarán lo que se les dijo, sino lo que vieron, se van a acordar si mamá hacía ejercicio, si papá cuidaba lo que comía, es por eso que con el ejemplo debemos enseñar”, concluyó.
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Noctámbulos tienden a desarrollar diabetes tipo 2, según estudio
Los noctámbulos tienen un IMC más alto, cinturas más grandes, más grasa corporal oculta y tienen casi un 50% más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 (DT2) que los que se acuestan más temprano, según ha descubierto una nueva investigación que se presentará en la Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) en Madrid, España (del 9 al 13 de septiembre).
El investigador principal, el doctor Jeroen van der Velde, del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, afirma: “Estudios anteriores han indicado que un cronotipo tardío (que prefiere acostarse tarde y despertarse más tarde) está asociado con un estilo de vida poco saludable. Los cronotipos tardíos son más propensos a fumar o a tener una dieta poco saludable, por ejemplo, y se ha sugerido que esta es la razón por la que tienen un mayor riesgo de sufrir obesidad y trastornos metabólicos, incluida la diabetes tipo 2.
“Sin embargo, creemos que el estilo de vida no puede explicar por completo la relación entre un cronotipo tardío y trastornos metabólicos. Además, si bien se sabe que un cronotipo tardío está asociado con un IMC alto, no está claro en qué medida el cronotipo afecta la distribución de la grasa corporal”.
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Para obtener más información, el Dr. van der Velde y sus colegas estudiaron la asociación entre el horario de sueño, la diabetes tipo 2 y la distribución de la grasa corporal en más de 5.000 personas, como parte del estudio de Epidemiología de la Obesidad de los Países Bajos, un estudio en curso sobre la influencia de la grasa corporal en la enfermedad.
El análisis incluyó a participantes (54% mujeres) con una edad media de 56 años y un IMC medio de 30 kg/m 2 . Los participantes rellenaron un cuestionario sobre sus horarios habituales de acostarse y de despertarse y a partir de ahí se calculó el punto medio del sueño (MPS).
Los participantes se dividieron en tres grupos: cronotipo temprano (el 20% de los participantes con la MPS más temprana), cronotipo tardío (el 20% de los participantes con la MPS más tardía) y cronotipo intermedio (el 60% restante de los participantes).
Se midieron el IMC y la circunferencia de la cintura de todos los participantes. Se midió la grasa visceral y la grasa hepática de 1.526 participantes mediante resonancia magnética y espectroscopia de resonancia magnética, respectivamente. Los participantes fueron seguidos durante una mediana de 6,6 años, durante los cuales a 225 se les diagnosticó diabetes tipo 2.
Los resultados, que se ajustaron por edad, sexo, educación, grasa corporal total y una variedad de factores de estilo de vida (actividad física, calidad de la dieta, consumo de alcohol, tabaquismo y calidad y duración del sueño), mostraron que, en comparación con un cronotipo intermedio, los participantes con un cronotipo tardío tenían un riesgo 46% mayor de diabetes tipo 2.
Esto sugiere que el mayor riesgo de diabetes tipo 2 en los cronotipos tardíos no puede explicarse únicamente por el estilo de vida.
“Creemos que también intervienen otros mecanismos”, afirma el Dr. van der Velde. “Una explicación probable es que el ritmo circadiano o reloj biológico en los cronotipos tardíos no está sincronizado con los horarios laborales y sociales que sigue la sociedad. Esto puede provocar un desajuste circadiano, que sabemos que puede provocar trastornos metabólicos y, en última instancia, diabetes tipo 2″.
El equipo también analizó el riesgo de diabetes tipo 2 en cronotipos tempranos. “A partir de la literatura, esperábamos que los cronotipos tempranos tuvieran un riesgo similar de desarrollar diabetes tipo 2 que los cronotipos intermedios”, afirma el Dr. van der Velde.
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“Nuestros resultados mostraron un riesgo ligeramente mayor, pero esto no fue estadísticamente significativo”. Los resultados también mostraron que los cronotipos tardíos tenían un IMC 0,7 kg/m2 más alto, una circunferencia de cintura 1,9 cm más grande, 7 cm2 más de grasa visceral y un contenido de grasa hepática 14% más alto, en comparación con aquellos con un cronotipo intermedio.
El Dr. van der Velde concluye: “Las personas con un cronotipo tardío parecen tener un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con aquellas con un cronotipo intermedio, posiblemente debido a una mayor grasa corporal, incluida más grasa visceral y grasa hepática.
“El siguiente paso es estudiar si aquellos con un cronotipo tardío mejoran su salud metabólica cuando realizan cambios en el ritmo de sus hábitos de estilo de vida.
Fuente: Europa Press
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Cómo prevenir los labios cortados
Aunque muchas veces son los grandes olvidados, los labios, al igual que nuestra cara y cuerpo, necesitan protección, por lo que tenerlos hidratados es primordial. Además de las causas, conviene saber cómo prevenirlo y qué bálsamos o protectores labiales son los más indicados, a ser posible con factor de protección solar.
Nuestros labios sufren con el frío o el calor, pues se trata de una piel más fina y diferente sin rastro de melanina y con pocas glándulas sebáceas, por tanto, con menos lípidos para protegerlos. Eso lo notamos porque hay una rápida ausencia de agua.
Para atajar el problema, es importante una dieta rica en micronutrientes y vitaminas y usar cosméticos que específicamente, estén formulados para el área de los labios.
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“Un buen bálsamo hidratante con protección solar usado a diario en combinación con altas dosis de agua, son la solución perfecta” aconseja Filip Van, CEO fundador de la firma cosmética natural Di Oleo.
Otras soluciones están en el uso de un humidificador en casa y como rutina semanal, exfoliar bien los labios para eliminar esos pequeños trozos de piel levantada.
En cuánto al uso de labiales o bálsamos, asegurarnos de que tengan factor de protección solar y aplicarlo una o dos veces al día según sea su estado. Una vez tengamos el cosmético en nuestros labios, debemos evitar actos reflejos como morderlos o humedecerlos con la lengua, acciones que no son inocuas pues producen más deshidratación.
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Y si tenemos los labios excesivamente secos y cortados tenemos que evitar comer o beber al poco tiempo de aplicar el bálsamo o protector labial, y evitar que se mezcle con la pasta de dientes cuando vayamos a cepillarnos. Y también hay que evitar intentar retirar los pellejos con nuestros dedos, lo que podría infectar la zona o causar más irritación, no permitiendo que se curen.
En cuanto a la cosmética labial, contra el calor y la sequedad quizás no basta con la típica barra de cacao de toda la vida, por lo que no pierdas la oportunidad de hacerte con un buen protector labial con un factor solar que no baje de 15, o que contenga vitamina E, por ser un gran antioxidante e hidratante.
Fuente: Europa Press