Entre grúas y técnicos, el proyecto de envolver el Arco del Triunfo, obra póstuma de Christo, fallecido en 2020, comienza a tomar forma en la avenida parisina de los Campos Elíseos.
Del 18 de septiembre al 3 de octubre se concretizará el sueño de juventud del artista plástico búlgaro y de su esposa, Jeanne-Claude: el monumento, de 50 metros de altura, será cubierto íntegramente de 25.000 m2 de tela de polipropileno reciclable color azul plateado, sujeta por 3.000 metros de cuerda roja.
Los preparativos comenzaron a finales de junio y continúan a un ritmo constante bajo la dirección de Vladimir Javacheff, sobrino de Christo, con el apoyo del Centro de monumentos nacionales. “Será como un objeto vivo que cobrará vida con el viento y reflejará la luz”, explicó Christo al presentar su proyecto final, dos años antes de su muerte.
La lona se desplegará en los primeros días de septiembre. Los obreros trabajan las 24 horas del día, repartidos en tres turnos de ocho horas cada uno, instalando los puntos de fijación.
Con un costo de 14 millones de euros (16,5 millones de dólares), el proyecto se autofinancia íntegramente con la venta de obras originales de Christo, dibujos preparatorios, recuerdos, maquetas y litografías.
“¿Ven el cable que se está instalando? Tirará la tela hacia atrás y las cuerdas de la parte superior para sujetarla como un cinturón”, dice el sobrino del artista. “Era el deseo de Christo que termináramos el proyecto”.
“Cuando esté terminado, pensarán que hemos puesto una tela encima y hemos colocado unas cuerdas, ¡y que todo estaba atado como un regalo de Navidad!”, añade Javacheff.
Para Bruno Cordeau, administrador del Arco del Triunfo, “acompañar la instalación de una obra como ésta, en las circunstancias actuales, es mágico”. En 1985, Christo ya había empaquetado así el Pont-Neuf, uno de los puentes parisinos que cruzan el Sena.
“El embalaje del Pont-Neuf fue un momento fuera del tiempo. Eso es lo que vamos a experimentar aquí una vez más. Nos aseguramos de que el Arco del Triunfo esté debidamente protegido, sobre todo porque el monumento sigue abierto al público”, añade Cordeau.
Además de las consecuencias de la pandemia, el proyecto se vio retrasado por la anidación primaveral de los cernícalos, residentes desde hace tiempo en el Arco.
Fuente: AFP.