El chocolate es un alimento que estuvo presente desde nuestra infancia, casi siempre como uno que no tiene muchos beneficios para la salud. Sin embargo, con el tiempo, aprendimos que su versión más saludable es la que no contiene azúcar, manteca ni leche.
El chocolate negro, también llamado “amargo”, es una excelente fuente de hierro, cobre, magnesio, zinc y fósforo. Es rico en flavonoides, compuestos que están presentes en frutas y verduras y que ayudan a prevenir el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Estos flavonoides, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California, ayudan también a que el cerebro funcione correctamente.
Por otro lado, una investigación de la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan reveló que los flavonoides presentes en el chocolate negro impulsan la producción de óxido nítrico, ayudando a relajar los vasos sanguíneos y mejorando la circulación del organismo, factores que permiten mantener baja la presión arterial.
Otro estudio, esta vez de la University of the Incarnate Word, demostró que el consumo del chocolate negro ayuda a mejorar la visión.
Es sabido que el chocolate negro o cacao es un antidepresivo natural, ya que estimula la producción de endorfinas, hormonas encargadas de generar sensación de bienestar y tranquilidad en el cuerpo.