El museo Courbet crea por primera vez un “diálogo” entre Gustave Courbet y Pablo Picasso, en una exposición en la ciudad francesa de Ornans, que presenta unas sesenta obras de los dos maestros.
“Es la primera vez que se comparan Courbet y Picasso”, dice el comisario de la exposición, Thierry Savatier. Sus estilos eran muy diferentes. Uno, Gustave Courbet (1819-1877), es el padre del realismo. El otro, Pablo Picasso (1881-1973), es el fundador del cubismo.
Pero lo que tienen en común es que “ambos revolucionaron la pintura, el arte y todo el panorama artístico francés e internacional, cada uno en su siglo”, dice Benjamin Foudral, director del Museo Courbet de Ornans.
El propio Picasso se refirió al giro artístico iniciado por Courbet: “Un día llegó un hombre que dijo: ‘No quiero pintar ángeles, porque nunca he visto uno’. Fue Courbet. Prefirió representar a dos jóvenes tumbadas a orillas del Sena. Courbet pasó una página y lanzó la pintura en la nueva dirección que siguió durante años”.
La presentación del lienzo original así evocado por el pintor español, Las señoritas a orillas del Sena de Courbet, es el punto culminante de la exposición que da a conocer la influencia poco conocida de Courbet sobre Picasso.
“Picasso descubrió a Courbet a una edad muy temprana, cuando llegó a París en 1900. Fue uno de los grandes maestros del siglo XX que observó mucho a Courbet a lo largo de su carrera”, dice Foudral. El español adquirió más tarde una pintura de Courbet para su colección personal, Tête de chamois (Cabeza de gamuza).
Según Savatier, Picasso también es un pintor realista. “Cuando Picasso dice: ‘La tela de una naturaleza muerta con un manojo de puerros debe oler a puerros. Esto muestra su deseo de ser un artista realista, incluso si su realidad no corresponde necesariamente al ideal común”, comenta.
La exposición también se centra en el compromiso político y social de los dos pintores. A lo largo de su carrera, Courbet representó la pobreza de los más desfavorecidos. Picasso también lo hizo durante su período azul. La muestra reúne un total de 60 obras de los dos maestros prestadas por 15 museos, entre ellos el de Orsay en París, los museos Picasso de París y Barcelona, en España, y el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Fuente: AFP.