Aunque no es tan común llorar cuando estás ansioso como cuando estás triste o con dolor, algunas personas pueden experimentar la emoción con tanta intensidad que puede provocar lágrimas.
Según Maureen Sayres Van Niel, psiquiatra estadounidense, el síndrome del impostor, el perfeccionismo y la dinámica de poder son posibles desencadenantes de las lágrimas de ansiedad.
“Todos ellos tienen una emoción subyacente en común: el miedo. Si se siente mucho miedo, puede hacer que llore con la misma facilidad que el fallecimiento repentino de un ser querido. Pero no todo el mundo experimenta el miedo con tanta fuerza en estas situaciones cotidianas como una revisión de desempeño, una prueba, una cita con el médico como la persona que llora, y es posible que algunos no sientan miedo en absoluto. Entonces, la respuesta de “llanto de ansiedad” es específica de las experiencias, traumas y rasgos de cada individuo”.
Las mujeres y su relación con el llanto
Según Van Niel y Melody Wilding, trabajadora social, las mujeres pueden llorar en situaciones estresantes con más frecuencia que los hombres. En sus prácticas, ven a las mujeres luchar más a menudo que a los hombres con la presión autoinducida (por ejemplo, el perfeccionismo antes mencionado). En otras palabras, las mujeres pueden experimentar más miedo en torno a cosas que los hombres pueden no estar tan socializados como para temer y, por lo tanto, lloran con más frecuencia.
Aunque esta teoría no puede ser apoyada por la ciencia hasta el momento, no hay estudios que respaldan la idea de que las mujeres lloran más fácilmente que los hombres por razones biológicas. Aunque, según Ad Vingerhoets, autor de “Por qué lloran los humanos: desentrañando los misterios de las lágrimas”, las mujeres tienen menos hormonas de testosterona, que según Vingerhoets inhibe el llanto, y más hormona prolactina, que está asociada con la emoción. También (¡un dato curioso!) tienen conductos lagrimales más pequeños que los hombres, lo que hace que sea más probable que se desborden en momentos emocionales.
Por otra parte, explica Wilding que “hay personas que son muy sensibles, y en realidad es una diferencia de rasgo genético”, dice ella. “Las personas altamente sensibles (PAS) simplemente se mueven hacia las emociones con mucha más facilidad: procesan sus propios sentimientos, sienten los sentimientos de otras personas, tienen una mayor intensidad emocional”. Las PAS, dice, experimentan una sobrecarga sensorial más fácilmente que otras, lo que provoca una respuesta emocional que puede, para algunas personas, manifestar lágrimas.
¿Cómo evitar que todo eso suceda?
Para empezar, ambos sugieren que la atención no debe centrarse en erradicar esas emociones, sino en regular su respuesta a ellas.
Una forma de hacer esto, es exponerse intencionalmente a las situaciones estresantes. “Una de las razones por las que las emociones pueden ser intensas es que la gente no está acostumbrada a tener esas emociones”, explica. “La intensidad se magnifica porque es nueva, porque no es algo común para ellos”. Entonces, por ejemplo, si es propenso a llorar en sus evaluaciones de desempeño, la solución sería solicitar sesiones de retroalimentación más frecuentes. Esto, dice, la acostumbrará a estas situaciones, por lo que será menos probable que la experimente con tanta ese momento emotivo.
Sin embargo, si no puede diseñar interacciones más reales, Wilding recomienda en el reporte a Well and Good, intentar ensayarlas mentalmente. Ella sugiere mirar los eventos desencadenantes que conducen a sus momentos involuntarios de llanto y luego evaluar cómo respondería idealmente frente a cómo está respondiendo. En este proceso, dice, es posible que también desee identificar qué peores escenarios están pasando por su cabeza en estos momentos de lágrimas y luego hablar sobre cuán probables son esos resultados. (Alerta de spoiler: probablemente no mucho).
La respiración 4-7-8 , pueden ayudarlo a solucionar problemas en situaciones específicas. Sin embargo, el Dr. Van Niel también recomienda investigar la causa raíz de la emoción con un terapeuta autorizado.
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