La red social X acató todas las exigencias judiciales y volverá a estar accesible en Brasil, tras más de un mes suspendida por orden de la corte suprema acusada de alimentar la desinformación. “Autorizo el inmediato regreso de las actividades” de X en Brasil, escribió en un fallo ayer martes el juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes.
El magistrado confirmó que X pagó en multas 28,6 millones de reales (5,2 millones de dólares), el último requisito que había impuesto a la plataforma del magnate Elon Musk para volver a operar en Brasil. Antes, la red social debió suspender cuentas acusadas de desinformar, algo a lo que Musk se resistió en varias oportunidades. También tuvo que nombrar a un representante legal en el país.
“X se siente orgulloso de regresar a Brasil (...) Seguiremos defendiendo la libertad de expresión, dentro de los límites de la ley, en todos los lugares donde operamos”, indicó la plataforma en un mensaje en su cuenta de asuntos globales. Moraes dio 24 horas a la agencia reguladora de telecomunicaciones Anatel para tomar las “providencias necesarias” para hacer disponible el antiguo Twitter en el mayor país de América Latina.
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La red podrá “volver a funcionar en algunos lugares en algunas horas”, “una vez nos lleguen las instrucciones” de Anatel, dijo a la AFP Basilio Rodríguez, consejero de la Asociación Brasileña de Proveedores de Internet y Telecomunicaciones.
A pesar de que los operadores todavía no habían sido notificados de la orden de levantamiento, algunos brasileños ya accedieron a la red social, lo que es posible mediante por ejemplo una red privada virtual (VPN). “Ya que lo liberaron, ¡ahí va la conmemoración del Tetra!”, tuiteó el alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, elegido el domingo para un cuarto mandato en los comicios locales.
La decisión ocurre al final de una seguidilla de choques entre Musk, que asegura defender la libertad de expresión, y el poderoso magistrado brasileño. El acceso a la antigua Twitter fue vetado en el país el 30 de agosto por orden de Moraes, que acusó a la red de desobedecer órdenes de retirar cuentas ligadas a movimientos ultraconservadores y al bolsonarismo en Brasil y señaladas por desinformación.
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“Hemos demostrado al mundo que aquí hay que respetar las leyes, sea quien sea. Brasil es soberano”, dijo el ministro de Comunicaciones, Juscelino Filho, en un comunicado divulgado horas después de la orden de desbloqueo. El “apagón” de X en Brasil tuvo sin embargo una momentánea excepción.
El 18 de septiembre, la red social volvió a estar ampliamente accesible gracias a una maniobra que le permitió eludir el bloqueo. X recurrió a la empresa de ciberseguridad Cloudflare para ir cambiando de dirección (IP), lo que impidió a las autoridades identificar su paradero en internet. Pero ante la nueva pena impuesta por Moraes - una multa de cinco millones de reales (USD 913.000) por cada día de actividad en el país -, la plataforma dio marcha atrás y volvió a estar inaccesible.
Moraes y Musk sostienen una pulseada en torno a los límites de la libertad de expresión y la regulación de las redes sociales. Tras la suspensión de X, Musk acusó al juez de “dictador malvado”. Moraes, por su parte, señala a la plataforma de permitir la propagación de información que atenta contra la democracia.
Ante la reciente Asamblea General de la ONU, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva volvió a alinearse junto a Moraes, al asegurar que el Estado no debe “intimidarse ante individuos, empresas o plataformas digitales que se creen por encima de la ley”.
Con más de un celular por habitante, Brasil es uno de los países más conectados del mundo. Tras la suspensión de X, parte de sus usuarios empezaron a migrar hacia plataformas menores, como Threads y Bluesky. Pero hasta ahora estas no consiguieron calar de una forma tan multitudinaria como la red de Musk, con 22 millones de usuarios en el gigante suramericano.
Fuente: AFP.