Durante miles de años, las hojas de esta planta han sido utilizadas por muchas culturas para curar heridas de la piel o, a través de sus diversas formas de consumo, para tratar los problemas más comunes del sistema digestivo.
Sus virtudes están puestas en su tejido viscoso que almacena agua, donde se encuentran las principales vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes; los mismos que aportan beneficios a los productos de la planta que salen al mercado, ya sea en la industria cosmética, farmacéutica o alimentaria.
Nunca está de más recordar las propiedades medicinales que hacen que el aloe vera sea “la planta milagrosa” para muchas generaciones:
En la piel
Así como lo mencionábamos más arriba, además de cicatrizar las heridas, el aloe vera alivia las quemaduras de Sol, reduce la inflamación por las picaduras de insectos y por el acné, disminuye las manchas oscuras y actúa como exfoliante.
En el sistema digestivo
El agua de aloe vera es un excelente aliado para reducir el estreñimiento y mejorar el tránsito intestinal. Aunque sus beneficios para evitar la hinchazón o el malestar en el sistema digestivo sean muy populares, es importante que consultes con un médico antes de incorporarlo como un hábito. Porque no olvides que todos los organismos son distintos.
En la salud en general
El uso moderado de esta planta, a través de los diversos productos que ofrece la industria alimentaria, está asociado a una reducción de los niveles de azúcar en la sangre; una regulación de la presión arterial y una protección del sistema inmunológico.