Después de 35 años, la gran interrogante sobre si los efectos de la radiación por los incidentes del desastre nuclear en Chernobyl han pasado a otras generaciones tiene respuesta: y es que “no”.

Lo confirmó un reciente estudio del Instituto Nacional de Cáncer de Maryland, Estados Unidos, cuya conclusión determinó que los padres que estuvieron expuestos a la radiación en 1986 no pasaron los cambios genéticos a sus hijos. La investigación llegó a esta respuesta después de haber analizado a 130 niños concebidos por los sobrevivientes después del accidente.

Desde que la central de Chernobyl explotó, muchos de estos sobrevivientes han pasado por enfermedades provocadas por la radiación, e incluso han vivido preguntándose si estas consecuencias afectarían a sus descendientes. Pero esto dejó de ser una incógnita con la respuesta científica que dio el instituto.

La investigación, que fue dirigida por la profesora Meredith Yeager, trabajó en los hijos de los trabajadores que se alistaron para ayudar a limpiar la zona altamente contaminada alrededor de la planta de energía nuclear, asimismo fueron estudiados los progenitores de los evacuados de la ciudad abandonada de Pripyat y otros asentamientos que se encontraban en un radio de 70 km alrededor del reactor.

Y para todos el resultado fue el mismo: no hay daño adicional en el ADN de los niños.

Después de tres décadas, los padres que estuvieron expuestos a la radiación de la explosión de Chernobyl, encuentran por fin un alivio al miedo de dañar a sus hijos.

Foto: David McMillan.

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