Ordinary Soul es el título del primer EP de Pramuk Mohanlal Vargas (22), un cantautor paraguayo emergente que ha pasado la mayor parte de su vida en Baltimore, Maryland, Estados Unidos – donde reside actualmente – y Nueva Delhi, India.
Por: Micaela Cattáneo @micaelactt
Su disco, compuesto por seis canciones que levantan la bandera de la música acústica, habla sobre la importancia de descubrir nuestro ser interior, aquello que nos hace humanos.
Ordinary Soul es su primer proyecto musical propio, pero desde hace mucho tiempo comparte covers de canciones en sus redes sociales (@pramukmusic). El EP está compuesto de seis canciones que, de alguna otra forma, son relatos personales; composiciones que lo llevan a algún momento de su vida.
El primer single del disco, Pedal On, fue lanzado en agosto del año pasado, y narra el consejo que su abuela paraguaya le dio hace tres años, durante unas vacaciones de invierno por el país.
“Ella me preguntó qué quería hacer cuando fuera mayor y me habló sobre la importancia de cuidar a quienes nos aman. Pedal On significa pedalear, pero en la canción la usé como una metáfora sobre esforzarse para alcanzar las metas en la vida, porque eso fue lo que mi abuela me dijo en español: ‘seguí adelante’”, comentaba el año pasado, en esta entrevista para La Nación.
Después de unos meses de presentar su single debut, lanzó en noviembre el EP completo, donde además de Pedal On, estaban incluidas cinco canciones más: Something New, Fall, Interlude, Escapade y Mystery Man.
Historias escritas desde el corazón
Pramuk se identifica con géneros como el folk, el pop y la música alternativa, y desde estos sonidos cuenta sus historias, inspiradas en sus propias experiencias de vida como en cosas que le pasan a todas las personas.
Something New, por ejemplo, le recuerda a sus comienzos como compositor, de hecho es la primera canción original que interpretó frente a un público. En cambio, Fall, lo traslada al programa Five Week Music Performance Intersive del Berklee en Boston, del cual participó en 2018 y en el que durante las noches, en su habitación, escribía las primeras partituras del tema.
Con influencias de blues, pop y funk, “es una canción para divertirse y tocar con amigos”, comenta sobre el resultado que obtuvo con Fall.
El escenario al que viaja con Interlude y Escapade es otro: la casa de su familia en Paraguay, hace tres años atrás. “Estaba en la etapa en la que empezaba a experimentar en la guitarra, y ajustar las letras y melodías dentro de una estructura específica”, revela.
Y continúa: “A medida que las palabras y las ideas fueron apareciendo en mi cabeza, decidí que quería componer sobre cómo la música es liberadora o una ruta de escape temporal pero muy poderosa. Por eso, el título Escapade, porque eso explica una parte de lo que representa la música para mí”.
La última del EP, Mystery Man, su canción favorita, está atravesada por una experiencia personal. La empezó a escribir durante su residencia universitaria, en su tercer año como estudiante, porque sentía que no encajaba en su entorno. “Mis propios pensamientos que surgieron del juicio de otros me estaban hundiendo y pensé: ‘¿por qué no volcar esto que siento en una canción?’ Necesitaba sacar algo bueno y valioso con lo que me pasaba”, relata.
Una vez lista la canción, decidió mostrarla en los micrófonos abiertos de la universidad, y así vio cómo su composición crecía en popularidad. “Compartir un pedazo de vos mismo con el mundo no es fácil, requiere de mucho valor, pero darse cuenta del bien o la influencia positiva que puede tener en otros (o en uno mismo) es un gran paso en el desarrollo artístico y personal”, reflexiona.
“Mystery Man se centra en la importancia de saber que, aunque sientas que no encajas bien en un grupo y el juicio de los otros resuena en tu cabeza, no deberías dejar que eso te detenga en ser vos mismo”, añade.
Todas estas canciones convierten a Ordinary Soul en un disco con música que transmite mucha verdad y honestidad, cualidades que se obtienen cuando la persona que compone una letra y un sonido está conectada con su interior. Y Pramuk bien lo aclara al presentarse en su Instagram: “Escribo música desde el corazón”.