Según un informe publicado en 2016 por el Banco Mundial, para el 2050 la disponibilidad del agua potable en el mundo sería de un tercio del nivel actual, escasez causada por la crisis climática y el aumento de demanda de este líquido vital, a raíz del crecimiento de la población mundial.
Y es que se estima que - de acuerdo a cálculos de la ONU - para el 2050, de los 7.700 millones de habitantes actuales, seamos 9.000 millones en todo el mundo. Se calcula que el mayor crecimiento se daría en países en vías de desarrollo, donde el suministro de agua y servicios básicos ya representa un esfuerzo notable.
Actualmente, 2.000 millones de personas viven en naciones plagadas de problemas con el agua, “y casi dos tercios del mundo podrían enfrentar escasez de agua en solo cuatro años”, declaró el diciembre pasado Tim McCourt, jefe global de índice de acciones y productos de inversión alternativos de CME Group, una empresa estadounidense de mercados globales.
La mayor parte de los recursos de agua se están utilizando en la agricultura (70%), y con el aumento de la población en los próximos años, eso va a crecer. Por eso, muchas personas en el mundo han empezado a adoptar prácticas simples de ahorro de agua en sus casas, como cerrar el grifo en lo que dure el cepillado de dientes, lavar el auto y bañar a las mascotas con baldes de agua en vez de hacerlo con la manguera, tomar duchas en vez de baños largos, apagar la ducha mientras se aplica el shampoo y el acondicionador, entre otras cosas.
Asimismo, otra acción que se ha implementado en el mundo tiene que ver con el cambio de hábitos alimenticios, específicamente a un estilo de vida vegetariano o vegano, para hacer frente a la gran cantidad de agua que utiliza la industria cárnica.