Sobre unos coloridos motivos grafiteros, surgen las figuras clásicas de Poseidón y de una nereida. Se trata de un gigantesco mural que estos días cobra vida en el centro de París de la mano de PichiAvo, un dúo de artistas españoles que se impone en la escena internacional.
Contrariamente a las apariencias, los artistas de PichiAvo no se definen como grafiteros. Sus creaciones combinan el arte urbano con el clasicismo, ya sea a la hora de pintar sobre el legendario mural Houston Bowery de Nueva York, decorar la tienda de Bulgari de la Quinta Avenida o participar con una escultura colosal en las Fallas de Valencia, donde viven.
El mural de Poseidón y la nereida surgen entre formas y colores de estética urbana, combinadas con frases en francés sugeridas por los transeúntes, como “Je t’aime”. Las figuras evocan los ríos, en alusión al Sena que fluye no lejos del mural. El dúo trabaja con espray y pintura acrílica, pero en su estudio valenciano también se sirven del óleo y trabajan la escultura.
En París, el mural de 160 metros cuadrados que empezaron a pintar hace 11 días está llamado a disimular las obras de transformación de una antigua librería del barrio estudiantil de Saint Michel, fruto de un encargo de un grupo inmobiliario. Esto también les diferencia de los grafiteros.
“No estamos haciendo nada ilegal”, explica Juan Antonio Sánchez (Pichi). “Es algo que se hace cada vez más durante unas obras: en vez de una publicidad se apuesta por embellecer el entorno con un elemento cultural”.
Por su parte, su compañero Álvaro Hernández (Avo), señala que “lo importante es el proceso de creación, la gente nos ve pintando, se interesa, ve cómo va cambiando la obra”.
Ambos formaron su dúo en 2007, tras haber estudiado Bellas Artes y Diseño. Y eso se nota en una obra que no se interesa tanto en la crítica social como muchos artistas callejeros, sino en el diálogo entre corrientes artísticas.
“Es como una educación para generaciones distintas. La menos joven aprecia las esculturas clásicas pero también ve que se pueden hacer cosas bonitas con los grafitis y, al contrario, a los jóvenes se les enseña que la mitología es importante”, explica Pichi. “Muchas veces se dice que el grafiti es feo, pero con una escultura ya parece bonito. Jugamos con ese contraste”, concluye Avo.
Fuente: del texto de Anna Pelegri, AFP.