El 2020 de The Weeknd fue exitoso por varios motivos: su canción Blinding Lights estuvo cuatro semanas en la cima de las listas de Billboard; su álbum After Hours debutó en el número uno, y en noviembre, para coronar el año de buenas noticias, se anunció que encabezaría el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl.
Sin embargo, le habían anticipado que no le pagarían por dicha actuación. ¿Por qué? “El Super Bowl es la oportunidad para entrar en el nivel más masivo”, declaró Wassim ‘Sal’ Slaiby, gerente de The Weeknd.
De hecho, esto no es algo nuevo, estrellas como Justin Timberlake y Beyoncé tradicionalmente se han presentado en el escenario más grande del deporte de forma gratuita a cambio de la exposición que llega con una audiencia televisada de más de 100 millones de personas.
Por eso, este escenario es tan aclamado, porque representa una oportunidad tanto en el vivo transmitido por televisión como en la interacción que sucede en las redes sociales. Como ejemplo, en la noche en que Jennifer Lopez y Shakira actuaron en el Super Bowl 2020, las compras de sus canciones aumentaron 16 veces, de acuerdo con Nielsen Music.
La demanda del repertorio de Jennifer Lopez y Shakira aumentaron un 149% y un 221%, respectivamente, durante la noche y los días posteriores al programa del año pasado. López ganó un total de 2,353,050 nuevos seguidores en las redes sociales durante la semana posterior al Super Bowl, mientras que Shakira ganó 610,823, según la firma de análisis ListenFirst.
Pero The Weeknd tampoco saldrá con las manos vacías. El cantante, conocido como Abel Tesfaye fuera del escenario, recaudará al menos un millón de dólares (mdd) por un comercial de Pepsi que se transmitió antes del juego. Aunque es sabido también que el mismísimo artista ha costeado su espectáculo este año, gastando siete millones de dólares de su propio bolsillo.
“Vivimos en un mundo donde los artistas realmente no ganan dinero con la música como lo hicimos en la Edad de Oro. Realmente no llega hasta que subes al escenario”, declaró The Weeknd a Forbes en 2017. .
Fuente: Del texto de Madeline Berg, Forbes.