Los Juegos Olímpicos de Tokio estaban originalmente programados para el verano (boreal) de 2020, pero la llegada del coronavirus obligó al Comité Olímpico Internacional (COI) a aplazarlos por un año, en una decisión inédita en tiempos de paz.
Sin embargo, a menos de seis meses de la ceremonia de apertura, los JJOO siguen estando amenazados debido al recrudecimiento mundial de la pandemia y a la aparición de variantes potencialmente más peligrosas.
En este contexto han surgido desde hace semanas especulaciones en medios que van desde la posible demanda de una vacunación masiva entre los deportistas a una celebración sin público o incluso la cancelación de la cita, algo que el presidente del COI, Thomas Bach, volvió a desmentir tras una reunión del comité ejecutivo de su organismo.
“Nuestra tarea es organizar los Juegos Olímpicos y no cancelarlos. No echaremos más leña a este tipo de especulaciones. El mensaje principal es que solo pedimos paciencia y compresión. Creo que es muy pronto para decidir algo más. Tenemos que ser todos pacientes y diligentes”, agregó el presidente del Comité Internacional.
Bach señaló además que el organismo que dirige trabaja de la mano con otros organismos, entre los que figuran el gobierno japonés, la Organización Mundial de la Salud o fabricantes de vacunas, con quienes evalúa el desarrollo del evento. El COI estima presentar en febrero una primera versión de la guía de medidas para los diversos grupos de participantes de los JJOO, documento que se estará actualizando constantemente.
Fuente: AFP y France 24.