El sábado 16 de enero, el Departamento de Penitenciarías de California informó que el legendario productor musical estadounidense Phil Spector murió a los 81 años. El hombre, que cumplía condena por un homicidio desde 2009, falleció por complicaciones del coronavirus.
Spector, que fue sentenciado a 19 años de cadena perpetua por cometer un asesinato de segundo grado en 2003 contra la actriz Lana Clarkson, fue una figura importantísima para la banda más importante de todos los tiempos, los Beatles, ya que introdujo métodos innovadores como “la muralla del sonido” y trabajó con una constelación de estrellas en el álbum Let it Be.
Además de los Beatles, Spector produjo éxitos para artistas como Tina Turner y The Ronettes. En los 60, era palabra mayor en cuanto música pop y rock, ya que su trabajo ayudó a definir el optimismo ilimitado de una generación.
Phil se metió de lleno a la producción y composición luego de una carrera frustrada como músico en la banda The Teddy Bears. La creación de su propio sello Philles fue el comienzo de una era dorada para él y para la industria. Pero más allá del hallazgo que provocó su técnica de la muralla de sonido para la música, él estaba perdido en muchos sentidos.
Se había caso con Ronnie, la líder de los Ronettes, a finales de los 60, pero en 1974 ella lo abandonó a raíz de los abusos y las amenazas que recibía de su parte. Estas amenazas, que eran hechas con armas, se extendieron a los artistas con los cuales trabajaba. Se dice que disparó un arma en un estudio cuando producía Rock ‘n’ Roll para John Lennon y puso otra en la cabeza de Leonard Cohen durante las sesiones para Death of a Ladies Man. En otro incidente, tomó a la banda punk The Ramones de rehén a punta de pistola cuando grababan su álbum End of the Century.
Algunas claves sobre la alocada personalidad de Spector salieron a luz en una rara y extensa entrevista con el diario británico The Daily Telegraph, semanas antes de que Lana Clarkson muriera en su mansión en febrero de 2003. “Soy mi peor enemigo. Tengo demonios en mí que me desafían. La gente me idolatra, quieren ser como yo, pero les digo: ‘créanme, ustedes no quieren mi vida’. Porque no ha sido una vida muy placentera. He sido un alma muy torturada. Nunca he estado en paz conmigo mismo. No he sido feliz”.
Fuente: AFP y People.