El chocolate amargo, como su nombre lo adelanta, no contiene grandes cantidades de azúcar, por lo que solo este detalle lo convierte en la variedad de chocolate más saludable para el organismo. Muchos nutricionistas lo recomiendan como una colación, ya que es una excelente forma de saciar las ganas de algo dulce o de combatir la ansiedad por los atracones. Entre sus más potentes beneficios, se destacan los siguientes:

Regula los niveles de colesterol y presión

Su alto contenido en cacao ayuda a que se reduzcan los niveles del colesterol malo, al mismo tiempo que mantiene en equilibrio la presión arterial. Según un estudio de la Universidad de Harvard, consumir chocolate amargo cinco o más veces a la semana puede reducir en parte el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Ejercita la memoria

Harvard también aseguró, a partir de un estudio científico, que el chocolate amargo ayuda al funcionamiento del cerebro humano, por ende, consumirlo es de gran utilidad para ejercitar la memoria y la concentración; un alimento esencial para retener la información que leemos o estudiamos.

Nos hace felices

Por eso, cuando sentimos algún dolor o nos deprimimos, queremos chocolate, porque es el alimento que mejor nos hace sentir. Y esto no solo es por su delicioso sabor, sino porque contiene triptófano, un aminoácido utilizado por el cerebro para producir serotonina, la tan conocida “hormona de la felicidad”.


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