Foto: Mauro Pimentel (AFP).

Las paredes de la Casa Villarino destilan historia: en ese bar de Rio de Janeiro los míticos Vinicius de Moraes y Tom Jobim se conocieron e iniciaron una amistad que cambiaría el mundo con la bossa nova. Pero, este año, el lugar se ha convertido en una víctima más de la pandemia: ante el confinamiento de los cariocas en sus casas, no le quedó más remedio que cerrar.

“El Centro parece una ciudad fantasma. Normalmente servíamos entre 80 y 100 platos por día. El día que cerramos (16 de noviembre) tuvimos un solo cliente”, ilustra la dueña, Rita Nava, viuda de Antonio Vázquez, el último de los socios españoles que dirigió el lugar casi desde el inicio.

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Villarino siempre fue un punto de encuentro de artistas, políticos e intelectuales de la época, y hasta el día de hoy conserva las cerámicas del piso, las mesas de mármol y las sillas de cuero carmín originales que le dan un aire de bar parisino congelado en el tiempo.

Foto: Mauro Pimentel (AFP).

En este bar, el poeta Vinicius de Moraes conoció al joven pianista Tom Jobim, donde ambos empezaron a tejer una amistad que con el tiempo dejaría una huella imborrable en la vida de los ciudadanos de Rio y del mundo entero: la creación de la bossa nova. “Le presentaron a Jobim para que pudiera musicalizar su obra Orfeu a Conceição”, cuenta Nava, que reconstruyó las historias del lugar decorándolo con fotografías, textos y antigüedades. De este encuentro, surgieron canciones que pasaron a la historia, como Garota de Ipanema.

Rio de Janeiro alberga en su zona céntrica edificios de gran valor histórico y arquitectónico, donde la mayoría de la gente que circulaba antes de la pandemia lo hacía por trabajo y se vaciaba por las noches y los fines de semana. Ahora, salvo en la zona de tiendas populares, todos los días parece feriado.

La Asociación Brasileña de Bares y Restaurantes estima que del millón de establecimientos registrados en el país, el 30% cerró desde el inicio de la pandemia. Rita, la dueña, tiene la esperanza de poder reabrir el bar cuando haya vacuna y el centro vuelva a la normalidad. “En todas las ciudades del mundo la cultura está en el centro, donde todo empezó. No podemos dejar que esto se olvide”, expresó.

Fuente: del texto de Eugenia Logiuratto, AFP.




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