Cada año, personas de todo el mundo viajan a Berlín para, entre otras cosas, visitar el club techno más famoso del mundo, Berghain. Esta discoteca es conocida por tener una estricta política de entrada, donde no importa si sos la mismísima Britney Spears, te rechazarán si no pasás las tres preguntas de acceso.

La periodista de viajes Fran Opazo relató en su blog La Vida Nómade su experiencia en el templo de la música techno, happy punk y house. Ella tenía un amigo chileno que hacía tiempo vivía en la capital alemana y fue quien la insistió para que vaya a este antro underground para que su estancia en Berlín sea una experiencia completa.

Él le recomendó tres cosas claves para que los guardias la dejen ingresar: “Vestite de negro, hablá solamente alemán y no entrés en grupo, sólo de a dos personas”. Fran siguió todos sus consejos y el guardia la dejó ingresar.

La popularidad de este boliche se debe, no solo al malhumor de sus porteros y su estricta política de acceso, sino también a que es uno de los lugares donde pasan música los mejores djs del mundo, como Ben Klock, André Galluzi, Marcel Dettmann, Tama Sumo o Norman Nodge.

Muchos acusan al club de discriminar con sus reglas, de hecho, hace cinco años atrás no permitieron entrar al dj y productor norteamericano Felix Da Housecat, quien después de lo sucedido en la puerta de acceso los acusó de racistas en sus redes sociales.

Según dicen, el club no es sólo impactante por dentro, ya que su fachada es imponente. Y es que la discoteca está ubicada en la antigua central eléctrica de la Alemania del Este. El lugar puede recibir hasta 1.500 personas y está dividido en tres partes: una dedicada exclusivamente al público gay y las otras dos, al resto de los visitantes.