Los artistas Gan Golan y Andrew Boyd intervinieron un edificio de la calle 17, One Union Square South, en Manhattan, con un proyecto al cual ellos llaman Reloj Climático, porque muestra los años, días, horas, minutos y segundos que le quedan a nuestro planeta.
El mensaje que incluyeron en la pantalla es “La Tierra tiene una fecha límite”, frase que es presentada como una ventana crítica de acción para evitar que los efectos del calentamiento global se vuelvan irreversibles. La pantalla mostraba la siguiente cuenta regresiva: 7 años, 103 días, 15 horas, 40 minutos y 7 segundos (7:103:15:40:07).
El Reloj Climático se proyectó desde en la semana del 20 al 27 de setiembre pasado, pero la idea es seguir mostrándolo allí o en cualquier otro lugar. La cuenta regresiva se basó en los cálculos del Instituto de Investigación Mercator sobre Bienes Comunes Globales y Cambio Climático, de Berlín.
“Esta es nuestra manera de gritar ese número desde los tejados”, dijo Golan justo antes de que comenzara la cuenta regresiva. “El mundo cuenta literalmente con nosotros”. agregó. Los artistas dijeron que previamente habían hecho un reloj climático de mano para Greta Thunberg , la activista adolescente de Suecia, antes de su aparición el año pasado en la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas.
“El Reloj Climático le recordará al mundo todos los días lo peligrosamente cerca que estamos del borde”, dijo Stephen Ross , presidente de Empresas Relacionadas, el desarrollador propietario de One Union Square South, en un comunicado. Añadió: “Esta iniciativa animará a todos a unirse a nosotros en la lucha por el futuro de nuestro planeta”.
Golan y Boyd crearon un sitio web para describir su proyecto, weatherclock.world, donde están incluidos una explicación de los números del Reloj Climático y un enlace a un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, de las Naciones Unidas, en el cual se anuncia que probablemente el calentamiento global alcance 1,5°C por encima de los niveles preindustriales entre 2030 y 2052 si continúa al ritmo actual.
Fuente: New York Times.