Por: Micaela Cattáneo/@micaelactt

La primera vez que probé el açaí fue en Foz de Iguaçu (Brasil). Un amigo paraguayo que vivía en la ciudad me lo había recomendado porque el helado de la fruta era súperpopular en la zona. Después de degustarlo, descubrí que este postre es un alimento imprescindible en el vecino país. El açaí nace y crece en la selva amazónica brasileña, especialmente en sus regiones húmedas, cerca de los ríos, en los bosques donde más llueve.

Según lo escribe la historia, el fruto fue un descubrimiento de los indígenas de la Amazonía, quienes lo adoptaron como uno de los alimentos básicos de su dieta diaria y como medicamento natural para tratar enfermedades de la piel o curar problemas digestivos. El árbol responsable de darle vida es el Açaizero, una palmera alta, delgada y un tanto curvada, que se desarrolla únicamente al norte de Sudamérica.

Foto: Tarso Sarraf/AFP.

El açaí tiene un aspecto similar al de una uva - por su color -, sólo que este es un poco más grande y oscuro. Degustarlo por primera vez es un territorio de sabores totalmente desconocido. Aunque muchos le atribuyen un gusto parecido al del chocolate y la frambuesa, por sus toques dulces. La impresión al probarlo - sea en jugo o helado- es rara, porque su textura es pastosa, pero no por eso menos rica.

Ahora bien, es casi imposible conocer al fruto en sí, comerlo como tal, ya que sus compuestos no duran más de dos días. Y es que se estropean rápido una vez extraídos del árbol madre. Por eso, los que lo comercializan, congelan la pulpa para poder exportarlo a distintas partes del mundo.

Algunos locales paraguayos que venden la camadinha - postre que tiene principalmente açaí, pero al que se le añade frutas, leche condensada, granola y leche en polvo - aseguran que utilizan el helado de la fruta para sus preparaciones.

Foto: Astrid Stawiarz/Getty Images for Goop/AFP.

En Brasil la consumen a cualquier hora del día y la acompañan, ocasionalmente, con un pan de queso relleno de pollo.

Así como todas las frutas ya conocidas, el açaí cuenta con una larga lista de beneficios. En primer lugar, posee un efecto antioxidante, probablemente el triple que una uva, por ende combate contra los radicales libres que provocan el envejecimiento. “Por otro lado, ayuda a cuidarnos del cáncer y a proteger el sistema inmune”, explica la nutricionista Adriana Vargas.

Gracias a su contenido de antocianinas y esteroles, disminuyen los niveles altos de colesterol; asimismo, al estar compuesto de fibra natural, previene el estreñimiento y su poco aporte de calorías la convierte en la fruta ideal para dietas balanceadas de descenso de peso.

Manoel Moreira, de 40 años, cosecha açaí desde su infancia. Lleva una canasta llena de bayas para venderlas a los comerciantes, mientras camina por la selva tropical, ubicada cerca de Melgaco, al suroeste de la isla Marajo, estado de Pará, Brasil. Foto: Tarso Sarraf/AFP.

¿Dónde lo probamos, en Asunción?

Algunos de los locales que ofrecen productos hechos a base de açaí son Quiero Fruta, Probá, Tropical Brasil, Pomona Açaí, Bolocos Açaí, Açaí Bajo Cero, Açaí Bar, Asunción Açaí, Tu punto Açaí, entre muchos otros.



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